Pocas personas se han preguntado ¿cuánto cuestan los gastos funerarios de un familiar?, hasta que atraviesan por la pérdida de un familiar cercano y conocen de cerca el precio de la muerte.
En Colima los precios que ofrecen las funerarias van desde paquetes económicos de 10 mil pesos por la compra de ataúd metálico, servicios funerarios a domicilio y traslado de cuerpo.
De acuerdo a un análisis realizado por AFmedios en la capital del estado, los servicios alcanzan los 40 mil pesos con ataúdes de madera con grabados de imágenes religiosas y tapicería fina al interior, espacio de velatorio y servicio de carroza.
A estos costos se suma la compra de gaveta que en un panteón municipal de la zona conurbada asciende a un promedio de 14 mil pesos y hasta 30 mil pesos por la adquisición mínima de un lote con 4 gavetas en un mausoleo particular, sin olvidar los gastos por mantenimiento del lugar, la construcción de la cripta y grabados que tienen costos adicionales.
Otros servicios que son contratados son los arreglos florales naturales y artificiales, así como recuerdos y comida al concluir el novenario, que no son obligatorios pero que se han convertido en una tradición.
De esta forma morir en Colima cuesta desde 27 mil pesos y hasta 55 mil pesos, precios que son “sujetos a modificaciones” como lo informó el administrador de una reconocida funeraria.
Señaló que la crisis económica también generó afectación a este sector teniendo que incrementar los costos de este servicio hasta en 2 mil pesos.
“Los proveedores nos señalaron cambios en los precios de los ataúdes, dependiendo del material de caoba, metal, cedro, madera italiana, tuvimos que ajustarnos”, refirió.
Incluso morirse tiene sus diferencias de nivel socioeconómico, los familiares que adquieren los paquetes más caros pueden acceder a proyección de imágenes religiosas en pantallas de plasma, salas con aire acondicionado, iluminación especial en el velatorio y espacios especiales que fueron acondicionados por artistas plásticos donde se expone el ataúd, servicios de cafetería y equipo especial durante la inhumación.
En cambio aquellas personas con escasos recursos ofrecen la velación en sus domicilios, incluso en plena vía publica recurriendo al cierre de calles ante la inclemencia del sol y no pueden acceder a cajones de madera que son los más recomendados por la Secretaria de Salud para facilitar la descomposición del cuerpo y recurrir a la liberación de la gaveta en un lapso de cinco años, además de que en la gran mayoría de los casos recurren a espacios prestados para el sepelio de su ser querido.
La pérdida de un ser querido no sólo es doloroso, también es caro y con precios sujetos a modificaciones como lo establecen los contratos de las funerarias que permiten pagar en ‘abonos chiquitos’ a lo largo de un año para adquirir este servicio y planificar la propia muerte.
Derechos Reservados AFMEDIOS