Unas 15 personas, en su mayoría extranjeros, murieron por el ataque de un suicida que detonó una bomba en un popular restaurante libanés en el centro de la capital afgana, dijo la policía.
Insurgentes talibanes islamistas se adjudicaron la responsabilidad del ataque en el distrito Wazir Akbar Khan, que alberga varias embajadas y restaurantes a los que acuden extranjeros.
El FMI dijo que su representante residente, Wabel Abdallah de 60 años, se encontraba entre las víctimas. Abdallah lideraba la oficina del organismo en Kabul desde 2008.
«Es una trágica noticia y en el fondo estamos devastados», dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en un comunicado.
Naciones Unidas dijo, en tanto, que no tenía noticias del paradero de cuatro de sus empleados.
El general Ayoub Salangi, un viceministro de Interior afgano, dijo que entre 13 y 15 personas murieron.
Un portavoz talibán dijo que los muertos eran alemanes. En Berlín, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que no podía confirmar si hubo víctimas de esa nacionalidad.
El ataque ocurrió durante la hora de la cena en la tarde del viernes, cuando los extranjeros en Kabul suelen salir. En el distrito diplomático fuertemente resguardado también residen afganos adinerados y hombres de negocios. Disparos siguieron al ataque.
«Primero hubo un ataque suicida cerca de un restaurante para extranjeros donde un hombre detonó explosivos adheridos a su cuerpo, y luego posiblemente uno o dos insurgentes ingresaron al restaurante», dijo una fuente de seguridad afgana.
El portavoz de la ONU Farhan Haq dijo en Nueva York que se desconocía el paradero de varios empleados del organismo.
«Cuatro empleados civiles de la ONU, que podrían estar presentes en las cercanías de la escena del ataque de hoy en Kabul, siguen sin ser ubicados. La ONU hace esfuerzos para aclarar el estado de su personal», declaró.
Tras la explosión inicial, dos hombres armados atacaron el restaurante y comenzaron a disparar contra las personas que cenaban allí, dijeron fuentes de seguridad, agregando que los cuerpos de extranjeros fueron llevados a un campamento militar internacional en el este de Kabul.