Jalisco.- El envejecimiento es un proceso de cambios físicos y mentales ligado al paso del tiempo. Se inicia alrededor de los 65 años y, dependiendo de las circunstancias de salud y formas de vida, se presentan deficiencias que son características de esta etapa.
“Los cambios que se presentan en esta etapa de la vida son pesar menos o más de lo debido, el organismo tiene deficiencia de agua y proteínas, aumenta el contenido de grasa y se pierde calcio, así como menor capacidad física, mayor propensión a contraer enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, obesidad, problemas del riñón e hipercolesterolemia”, informó Sigrid Pimentel Martín, nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).
Precisó que es importante hacer hincapié en que los adultos mayores no abusen del consumo de grasa, ya que esto les puede originar enfermedades del corazón e hipercolesterolemia.
Los factores que influyen en la alimentación de los ancianos son alteraciones físicas y mentales que disminuyen la capacidad para manipular utensilios y preparar sus alimentos, falta de saliva, mala dentadura, disminución de la capacidad gástrica y digestiva.
Además de la depresión por aislamiento y pérdida de seres queridos, inapetencia y olvido de comer, permanencia de malos hábitos alimentarios, consumo mínimo de líquidos, abuso de ciertos medicamentos, que la mayoría de las veces son autorrecetados, poca actividad física y malas condiciones económicas.
Los adultos mayores también pueden estar expuestos a la desnutrición por el deficiente consumo de alimentos, sobre todo de aquellos que son ricos en proteínas como la carne, pollo o pescado. La poca ingesta de verduras y de frutas les puede propiciar problemas como estreñimiento por la falta de fibra, anemia por falta de hierro y osteoporosis debido al bajo consumo de leche o yogurt, que son los principales alimentos que aportan calcio.
El adulto mayor requiere menos energía, porque en esta etapa de la vida disminuye su metabolismo y su actividad física, pero necesita los mismos nutrimentos que cuando era joven.
Cómo mantener en buen estado de salud y nutrición en el adulto mayor
1. La alimentación en la tercera edad no debe ser sustancialmente diferente a la de los adultos, siempre y cuando la alimentación haya sido correcta durante su vida.
2. La alimentación diaria debe proporcionar los nutrimentos que necesita, como proteínas, vitaminas, minerales y fibra para ayudar al organismo a mantenerse sano.
3. El Plato del Bien Comer es un apoyo gráfico que orienta para que la alimentación sea correcta, es decir, que se incluyan diariamente en el desayuno, comida y cena por lo menos un alimento de cada grupo: frutas y verduras, cereales, alimentos de origen animal y leguminosas.
Dividir la alimentación diaria en tres comidas principales y dos colaciones para evitar sobrecargas en el estómago y cubrir los requerimientos nutricionales, por ejemplo:
Desayuno
1 taza de leche con café
½ taza frijoles con queso
1 Fruta
1 Tortilla o pan integral
Comida
½ taza de arroz o sopa de pasta
120 gramos de pollo sin piel
Ensalada de verduras
1 tortilla
Agua de fruta natural
Cena
1 taza de avena con leche
1 Fruta
Colación de media mañana: fruta
Colación de media tarde: ensalada de verduras cocidas
Recomendaciones
• Combinar siempre los alimentos para mejorar su valor nutritivo y presentación.
• Tomar mucha agua para mantenerse hidratado, recuperar los líquidos que se pierden diariamente a través del sudor, orina, defecación y transporte de los nutrimentos a través del organismo. ¡Muévete! La actividad física es siempre benéfica para todas las personas, incluyendo a los adultos mayores.
• En la medida de lo posible, procurar caminar, correr, bailar, barrer la casa, regar las plantas, dar un paseo. Si realizan la actividad física y se combina con una alimentación correcta, mantenemos un buen peso y disminuimos el riesgo de sufrir ataques al corazón.
• Disminuir el consumo de azúcar, sal y grasa.
• Evitar comer pastelillos y pan dulce, así como alimentos muy condimentados o fritos.
• Si la dentadura no es buena, no es necesario privarse de alimentos, sólo cambia la consistencia: pollo deshebrado, puré de verduras, frijoles molidos, fruta cocida o la pulpa.