Manzanillo.- Hace 4 años fue inaugurado formalmente el Túnel Ferroviario de Manzanillo un proyecto que requirió una inversión global de 2 mil millones de pesos y que tenía como finalidad eliminar los cuellos de botella y reducir tiempos de espera en el acceso a los primeros cuadros de la ciudad.
El acto protocolario, celebrado la mañana de un viernes 20 de julio, fue encabezado por el entonces presidente Enrique Peña Nieto quien en un templete habilitado frente al flanco San Pedrito de la obra pronunció un discurso en el que destacaba las ventajas de la obra.
En aquella ocasión el mandatario nacional, acompañado por el entonces gobernador Ignacio Peralta y Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes, refirió que esa obra impulsaría las actividades del Puerto de Manzanillo, y con ello la productividad y el empleo.
«Es una obra que eliminará “cuellos de botella” y reducirá tiempos de espera, haciendo más eficiente la movilidad peatonal, vehicular y de mercancías; disminuirá accidentes al evitar que el ferrocarril pase por el centro histórico, y reducirá la contaminación visual, auditiva y ambiental».
No obstante si bien este proyecto ha descongestionado el tráfico hacia la zona centro de la ciudad no ha provocado un incremento sustancial en el movimiento de carga a través del ferrocarril.
Durante 2020, Ferromex desplazó apenas el 20% de los contenedores que llegan y se exportan hacia o desde Manzanillo, es decir, cerca de 330 mil TEUS se movilizaron desde el puerto hacia los principales centros de distribución del país.
La carga que moviliza este medio de transporte desde el puerto de Manzanillo son principalmente bienes de consumo de clientes de tiendas departamentales y de autoservicio.
El túnel Ferroviario conecta la zona de San Pedrito con colonia Libertad en un trayecto de 400 metros.
La estructura tiene un promedio de 10 metros de altura.
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