Esta semana estuvo cargada de temas que generaron polémica y que no abonan a la sana convivencia política; por el contrario, la confrontación se incrementa y no hay un espacio para el diálogo, el consenso y el acuerdo.
Causó buena impresión el reconocimiento presidencial de que en las mañaneras se confronta y admitió sin reserva que: “en sus conferencias mañaneras se realizan “juicios sumarios sin que haya pruebas”, algo que manifestó está mal y que se tiene que moderar. El Ejecutivo federal manifestó que es preferible que haya demasía de denuncia a guardar silencio”.
Que siempre no, el presidente AMLO cumplió, no quiso guardar silencio y descalificó a la UNAM, atacó a la organización Nacional de la Salud, pretendió invadir funciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones, festejó que Morena y sus aliados no le cambiaron una coma al proyecto de ingresos y descalificó a las organizaciones de la sociedad civiles, cuestionando la filantropía que promueven.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) perdió su esencia durante gobiernos anteriores, se volvió defensora de los proyectos neoliberales y promovió el individualismo.
“Las universidades públicas, hasta la UNAM se volvió individualista, defensora de estos proyectos neoliberales, perdió su esencia de formación de cuadros, de profesionales para servir al pueblo”.
El titular del Ejecutivo aseguró desde Palacio Nacional que el “proceso de decadencia” durante el periodo neoliberal también hizo que la UNAM hiciera de lado asignaturas como el Derecho Agrario. “Ya no hay los economistas de antes, los sociólogos, los politólogos, los abogados, ya no hay Derecho Constitucional, ya el Derecho Agrario es historia, el Derecho Laboral, todo es Mercantil, Civil, Penal, todo es esto; entonces sí fue un proceso de decadencia”.
AMLO consiguió que se levantara un sunami de rechazo contra sus descalificaciones a la UNAM y surgió de inmediato en todos los sectores sociales y políticos la defensa de la educación superior y es que la UNAM es una de las Instituciones más apreciada por los mexicanos y ha permitido a lo largo de los años la movilidad social de una gran parte de los mexicanos; es la máxima casa de cultura de la nación y generadora del conocimiento nacional, por eso se enorgullece de que tres de sus ilustres egresados hayan sido galardonados con el premio Nobel, como es el caso de Alfonso Rodríguez Robles, exsecretario de Relaciones Exteriores y premio nobel de la paz, el químico Mario Molina, premio nobel en su área de especialidad y el poeta Octavio Paz, premio nobel de literatura.
Parte muy importante del gabinete presidencial han sido egresados de la UNAM entre ellos Rogelio Rodríguez de la O, Secretario de Hacienda, Luz María Alcalde, Secretaria del Trabajo, Jorge Alcocer, Secretario de Salud, Jorge Arganes, Secretario de Comunicaciones y Transportes, Roberto Salcedo, Secretario de la Función Pública, Alejandra Fraustro, Secretario de Cultura, María Esthela Ríos, Consejera Jurídica de la presidencia, Manuel Bartlett, Director CFE, Juan Ramón de la Fuente, Embajador ante la ONU, exrector de la UNAM, Senador Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, Olga Sánchez Cordero, presidente del Senado, Claudia Sheinbaum Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y candidata de AMLO a la presidencia etc. etc.
Además, y no es una cosa menor, el presidente AMLO es egresado de la UNAM de la facultad de ciencias políticas y sociales, por eso extraña que el presidente AMLO se exprese así de su alma mater. Los expresidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no fueron egresados de la UNAM como lo fue AMLO y ellos nunca atacaron a la UNAM, ni descalificaron sus importantes tareas educativas y culturales.
La Universidad, por su esencia, no puede ser individualista si no todo lo contrario, forma individuos en la pluralidad, no se rige en sus tareas por criterios ideológicos ni escoge a sus alumnos o maestros con criterios partidistas o políticos, sino, esencialmente, académicos. Todo su personal de docencia y de investigación se caracterizan por su gran conciencia social.
Más del 70 por ciento de la matricula de la UNAM la integran alumnos de bajo nivel económico, que gracias a la UNAM pueden ascender en la escala social, forjar una carrera que les permita vivir honestamente y con dignidad y aspirar a que ellos y sus hijos disfrutes de los beneficios de la cultura. La universidad no puede ser neoliberal, reitero, porque la mayoría de sus estudiantes viene de familias muy pobres.
Diego Valadez, jurista e investigador emérito de la UNAM, sostuvo que “una universidad por definición no es ni individualista ni colectivista, sino una institución de libertades y cada uno de sus estudiantes tiene derecho a decidir de proyecto de vida si que la universidad imponer o vedar alguno en particular, en la UNAM tienen cavidad todas las formas de pensar y además la UNAM esta considera como una de las mejores en lengua española y figura entre las 100 mejores calificadas del mundo”.
José Narro, manifestó que la Universidad es una institución que desde 1910 a la fecha se ha distinguido por ser una institución socialmente comprometida con el País.
“La UNAM tiene un compromiso con el País, lo ha demostrado en un momento y en otro, con un presidente y con otro, lo ha demostrado siempre con la sociedad mexicana. “México no sería el que es si no hubiera tenido los profesionistas que ha tenido.
José Sarukhán exrector de la UNAM expresa: “hay un elemento de desconocimiento de lo que la UNAM ha hecho (…) en el sentido de que forma a la gente con todas las formas de pensamiento”.
El investigador José Woldenberg, exconsejero presidente del IFE, hoy INE, sostuvo que por desgracia López Obrador no conoce a la UNAM, y que los comentarios quizá se deriven de que le molesta la autonomía de la casa de estudios. Hay que defenderla de la mala voluntad que irradia la propia Presidencia”.
“La UNAM tiene la obligación de formar técnicos, humanistas, científicos y profesionales en todas las ramas del conocimiento: Tiene la obligación de formar ciudadanos libres, responsables y comprometidos. En todas las aulas y recintos se manifiestan todas las ideas (…) Ese respeto a la libertad de expresión es el elemento fundamental de la vida universitaria”.
Francisco Valdés Ugalde, académico del Instituto de Investigaciones Sociales, advirtió que el Mandatario se equivoca, “miente o exhibe su ignorancia. En el primer caso, se trataría de mala fe, y en el segundo, de un error”.
En la UNAM es donde más investigación y docencia se ha hecho para mostrar los errores del neoliberalismo, dijo. “Sus afirmaciones no son sino otro velo con el que encubre su apetito insaciable de poder”.
No es la primera vez que la UNAM es embestida, pero sin resultados; la UNAM, una vez más, saldrá más fortalecida y valorada por los mexicanos, pues es un hecho que la UNAM enseña, educa, culturaliza no únicamente a quienes acuden a sus aulas, pues toda la población aprende y se beneficia de ella, como la gran universidad que es.