Hoy se decidirá el destino político de los Estados Unidos de América, al celebrar la elección presidencial en un ambiente de fuerte polarización política y con una crisis sanitaria incontrolable, lo que influirá, sin duda alguna, en nuestro país y, de manera particular, en el gobierno del presidente AMLO, quien ha apostado al triunfo de Donald Trump, provocando malestar en los demócratas.
El presidente AMLO, siendo un presidente supuestamente de izquierda que rechaza el neoliberalismo, ha simpatizado abiertamente con el presidente Trump, no obstante los agravios y el racismo en contra de los mexicanos y las reiteradas descalificaciones a los migrantes de nuestro país y que, además, nos ha impuesto una política migratoria contraria a la tradición y a los principios que rigen la política exterior de México y ha puesto al servicios de los intereses migratorios de E.U., a casi un tercio de la guardia nacional.
La presencia en el marco de la campaña electoral de E.U del presidente AMLO, invitado por Trump en su pretensión de allegarse votos y simpatía de la población hispana, se ha convertido en gran molestia de los miembros del partido demócrata. El tratado de Libre Comercio que fue aprobado por E.U. gracias al respaldo de los demócratas, no merecieron ninguna muestra de reconocimiento por el gobierno mexicano, para no molestar al presidente Trump.
La intervención del gobierno del presidente Trump en materia de seguridad al margen del conocimiento de las autoridades mexicanas y las descalificaciones a las autoridades mexicanas en materia de corrupción, no han tenido la respuesta pertinente de nuestra diplomacia, tal parece que las descalificaciones a los mexicanos por Donald Trump, contribuyen a fortalecer la narrativa que el presidente AMLO utiliza a diario contra sus adversarios políticos.
La detención inédita del exsecretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos, sin informar previamente al gobierno de México, es una muestra de que el gobierno del presidente Trump ni es amigo y mucho menos confía en el gobierno de México. Esta detención generó, sin duda, un gran malestar en los miembros del ejército mexicano, a quien el gobierno de AMLO ha encargado las más diversas tareas como reconocimiento a su lealtad y honestidad probada, que ahora el gobierno del presidente Trump ha exhibido, de ser un ejército infiltrado por la corrupción.
El daño del presidente Trump al ejército mexicano es un golpe enorme no únicamente al ejército, sino a la política del presidente AMLO de empoderar al ejército mexicano y militarizar la obra pública, la seguridad pública, los puertos y las aduanas, entre otras actividades.
Es por eso que el triunfo o la derrota de Donald Trump, tendrá gran significado para nuestro país, de si continuamos cediendo a todas las presiones y agresiones de Trump, en una relación amistosa de aquí para allá y obsequiosa de manera permanente; o, con su derrota, buscamos una relación más digna para México y un trato respetuoso de vecinos y socios con un nuevo gobierno de filiación demócrata, o, ante el triunfo de Biden, para que no nos cobre las afrentas, continúa el gobierno de México siendo oficioso y obsequioso.
Es lamentable que 15 días después se haya presentado el reclamo diplomático del gobierno mexicano ante la forma como se detuvo al general Cienfuegos en suelo norteamericano. Las supuestas grabaciones telefónicas del exsecretario de la Defensa Nacional, con un narcotraficante de tercer nivel, de existir éstas, fueron obtenidas en suelo mexicano de manera ilegal, lo que quiere decir que, si espiaron al general detenido, de seguro pudieron grabar a otros secretarios de Estado, al propio presidente de la república y si lo pudieron hacer en el pasado, con mayor razón lo pueden estar haciendo en este momento, en clara violación a nuestra Soberanía.
Tal parece que ante el fracaso del culiacanazo, el 17 de octubre, cuando el gobierno norteamericano solicitó la detención de Ovidio Guzmán, ahora, en este caso, no confiaron en el gobierno de México y se fueron por la libre. El gobierno de México no ha solicitado las pruebas obtenidas ilegalmente y dichas pruebas, por su origen ilícito, no podrán ser utilizadas en un juicio en México en contra del general Cienfuegos.
El embajador de E.U en México, Christopher Landau, declaró que sabía de la acusación y de la investigación del general Cienfuegos desde agosto del 2019, precisamente el día de su llegada a México y agregó: “Es muy difícil que los mexicanos confíen en nosotros cuando no saben lo que está sucediendo, con qué información contamos. Y es muy difícil para nosotros si no sabemos en qué grado podemos compartir esta información con nuestros colegas mexicanos”.
Está claro: no nos informan porque no confían en el gobierno de México, hay confianza y amistad si solo sirve a los intereses de nuestros vecinos del norte.
El Senador Ricardo Monreal afirmó, ante el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, que el Senado respetará la presunción de inocencia y guardará dudas en torno de la captura del general Salvador Cienfuegos y fue claro: “No vamos a actuar ni precipitadamente ni con acusaciones a priori, queremos expresar nuestro respeto al debido proceso y a la presunción de inocencia.
No cabe duda que en el ejército mexicano, existe malestar, agravio e incertidumbre, y el presidente AMLO lo percibió claramente, por eso, de festejar la detención de un exsecretario de Peña Nieto y anunciar una depuración dentro de las filas del ejército, cambió el discurso, y dejó de comparar el caso de García Luna con el del general Cienfuegos, pues en el primer caso, se trata de una persona civil y en el caso del general se trata del ejército mexicano y que no tiene etiqueta sexenal o partidista.
Al malestar del ejército, hay que agregar la rebelión de los gobernadores llamados federalistas, que reclaman un mejor trato fiscal y apoyo para combatir la pandemia y equilibrar las finanzas estatales ante los recortes presupuestales del 2019 y 2020 y los anunciados ya en el presupuesto 2021 en que el gasto federalizado tendrá una disminución del 9 por ciento al pasar de un billón 962 mil millones de pesos presupuestados en 2020 a un billón 867 mil millones en 2021.
No es justo que el gobierno federal tenga una reducción en su gasto del 0.3 por ciento, mientras que para los Estados y municipios se les aplique una reducción del 9 por ciento y además de eso, se prevé que, en los hechos, la reducción será mayor porque las expectativas respecto a los ingresos federales están estimadas de manera muy optimista y se ve difícil que se puedan cumplir.
El dedo va
El triunfo de Mario Delgado como dirigente de Morena, es un triunfo de AMLO sobre los “duros” que le quisieron quitar el partido al presidente y que usaron la figura de Porfirio Muñoz Ledo para golpear al propio AMLO y al canciller Marcelo Ebrard.
El triunfo de Mario Delgado devuelve al presidente la facilidad de definir las candidaturas para la elección del 2021, será el dedo presidencial, como en los tiempos del PRI, el método de postulación de candidatos en Morena y Mario Delgado que será el operador del presidente, únicamente le pedirá definir, la candidatura de Morena en Colima.