COLIMA.- Este 25 de enero se cumple un año del que inicialmente se denominó: «incidente» al interior del Centro de Reinserción Social de Colima; el cual costó la vida de 9 internos y dejó siete lesionados, pero que desencadenó el incremento de la violencia con un saldo que tan solo en víctimas de homicidio doloso suma más de 900.
El recuento
La mañana de ese martes 25 de enero del año 2022, las noticias de un hecho violento al interior del penal comenzaron a esparcirse a través de redes sociales, luego familiares de los internos referían que los habían sacado o ya no se les permitía el ingreso.
Habitantes que colindan con el edificio penitenciario referían los sonidos de detonaciones y columnas de humo comenzaron a observarse a la lejanía. La movilización de unidades vehiculares de diversas corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno ingresaban raudas y veloces.
También se hicieron presentes vehículos de organismos de auxilio como la Cruz Roja Mexicana y Protección Civil.
El Gobierno del Estado de Colima, que encabeza Indira Vizcaíno Silva, tardó en salir a informar. Casi al medio día, la mandataria dijo que se trataba de un «incidente» entre personas internas, sin dar más detalles, solo aclarando que los hechos habían iniciado a las 09:00 horas y a las 10:00 horas ya se tenía el control.
En la historia de la entidad no se había registrado un hecho de esta magnitud, considerando los siete lesionados y el número de muertos -inicialmente se mencionaba era 8 y al paso de los días se ajustó la cifra a 9- pero tampoco por la causa de muerte, que en gran parte de los fallecidos eran por heridas de arma de fuego, además de las armas blancas y los golpes.
Luego vendría la explicación de cómo ingresaron estos objetos, que de acuerdo al entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Manuel Llerandi Ruiz, habían sido «voladas» del exterior al interior, pasando las bardas perimetrales que en sus esquinas son custodiadas por el personal que se encuentra en las torres de vigilancia.
De ese día a la fecha, no se ha mencionado que haya sido castigado ninguna autoridad o custodio del centro penitenciario; sí hubo un relevo de los mandos, pero hasta ahí, no se ha informado si se establecieron responsabilidades por estos lamentables hechos que han «complicado» la administración de la mandataria estatal, la cual no pintaba bien desde el inicio por el tema financiero.
La Fiscalía del Estado de Colima, a cargo de Bryant Alejandro García Ramírez, salió en las primeras semanas a dar conferencias de prensa y a informar a cuentagotas el trabajo que se realizaba, responsabilizando de estas muertes a internos, acumulándoles más delitos y condenas de lo que ya tenían. La explicación de cómo ingresaron las armas, sigue sin precisarse.
Escalada de violencia
El «incidente» paso a denominarse riña y luego a definirse como un «reacomodo» entre grupos del crimen organizado, que ha derivado la violencia.
«Las condiciones de reacomodo de los grupos delincuenciales están generando toda esta violencia», así lo refirió el pasado 2 de diciembre de 2022, Francisco Javier Almazán Torres, vocero de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad del Estado de Colima, al ser cuestionado sobre las cifras de homicidios, feminicidios, homicidios en grado de tentativa y desapariciones que se registran e informan.
Y es que luego de ese martes 25 de enero, hubo una aparente calma de dos semanas, porque a partir del lunes 7 de febrero, comenzaron los hechos violentos, un día sí y otro también.
Una vivienda rafagueada en la colonia Lomas de Vista Hermosa en la ciudad y municipio de Colima, a las tres de la madrugada fue el parteaguas; el reporte de las autoridades señaló que fueron localizados 221 casquillos en el lugar.
221 casquillos fueron contados en casa rafagueada está madrugada en Colima
Por la noche de ese mismo día, se daba cuenta del asesinato de un hombre al sur de la capital colimense, en la colonia La Rivera.
De ahí en adelante la cifra de homicidios dolosos se incrementó, principalmente en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez, pero el resto de los municipios no quedó exento.
De 50 homicidios que hubo en enero, febrero con menos días calendario sumó 68, y marzo fue el mes con el mayor número, casi se duplicó la cifra del primer mes del año, al registrar 98 víctimas.
En abril este reacomodo del crimen organizado cobró 83 vidas, mayo nuevamente fue a la alza y terminó con 97 víctimas; junio y julio auguraban una tendencia a la baja al registrar 72 y 56 homicidios respectivamente.
Sin embargo nuevamente agosto se fue a 76, septiembre a 71 y octubre pasó la barrera de los 80 al terminar con 87 personas muertas.
Finalmente en noviembre se reportaron 63 homicidios dolosos y diciembre 65; así cerro 2022 con 887 víctimas de homicidio doloso.
A lo anterior se suman por lo menos 99 fosas clandestinas con 107 cadáveres, 265 víctimas tentativas de homicidio (lesionados), casas y autos rafagueados y quemados, así como el hallazgo de mantas y cartulinas con mensajes amenazantes y hasta levantones o secuestros.
De los homicidios registrados en el mes de enero, ya casi por terminar, aún no hay un recuento oficial; si bien es cierto han disminuido en cantidad, resalta que en este periodo fue asesinada la titular de la Unidad de Combate al Secuestro en Colima, Martha Esther Rodríguez Cerna.
También sobresale el hecho de que durante el 2022, 17 elementos de áreas de seguridad y justicia fueron ejecutados, además de algunos que también fueron víctimas de homicidio doloso pero en grado de tentativa, es decir quedaron lesionados.
Llegada de fuerzas policiales
Posterior a los hechos de violencia registrados al interior del Centro de Reinserción Social de Colima, el 25 de enero de 2022, se comenzó a visibilizar la presencia de funcionarios federales del área de seguridad; entre ellos la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; así como los titulares de la Sedena y la Semar, Luis Cresencio Sandoval y José Rafael Ojeda Durán, respectivamente, incluso el mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, estuvo en Colima para dar el espaldarazo.
En su última visita, el Presidente de México dio a conocer que Indira Vizcaíno Silva había sido amenazada, sin dar mayores detalles.
Además, se ha observado el ir y venir de elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y Marinos. Se anunció la llegada de miles, hubo magnos recorridos por las principales vialidades de Colima y Villa de Álvarez para mostrar la llegada de la fuerza policial, ataviada de unidades vehiculares, armas y helicópteros.
Sin embargo, en el sentir de una gran parte de la población, su presencia se ha supeditado a custodiar las escenas del crimen.
Resultados
Las autoridades se han esforzado en dar a conocer los resultados de la estrategia que aseguran, se revisa todos los días en la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad del Estado de Colima, en la que confluyen autoridades de los tres niveles de gobierno.
Se ha insistido en que una y otra vez se redireccionan los esfuerzos, y que estos dan resultados.
La Gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva, señaló recientemente que cuando hay una acción del crimen organizado el gobierno está obligado a reaccionar y así lo ha hecho, pero también se trabaja en la prevención, que es prioritaria para su gobierno.
Lo anterior, al cuestionarle esta agencia informativa, que los constantes hechos de violencia que se han venido registrando en los últimos meses, harían pensar que es la delincuencia la que marca la agenda en materia de seguridad.
«Si hay una acción del crimen organizado estamos obligados a reaccionar, o ni modo que no reaccionemos, estamos obligados a reaccionar, pero eso no significa que es lo único que se hace, la prevención es prioritaria en este gobierno, y la atención para eso es fundamental que exista la coordinación con todas las instancias que están involucradas al respecto, y eso también lo hemos estado haciendo y se mantiene desde el primer día y se fortalece y se va actualizando prácticamente semana con semana. Y por eso hablaba hace rato de los indicadores de lo que se ha logrado y lo que todavía está pendiente por hacer», expresó.
Además de cateos y un puñado de detenidos, el mayor en una misma fecha generado cuando dos mujeres fueron secuestradas, solo se ha hecho el anuncio de una detención considerada relevante, la del presunto generador de violencia en el estado de Colima, José Bernabé «N» alias «La Vaca», quien fue asegurado den la Ciudad de México, en un operativo coordinado de la Secretaría de la Defensa Nacional, Centro Nacional de Inteligencia, Secretaría de Seguridad Ciudadana y Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
Del caso de la recientemente asesinada titular de la Unidad de Combate al Secuestro ocurrido el 11 de enero, ya se anunció la detención de un presunto responsable el pasado 20 de enero, Kevin Humberto «N».
También destacan las detenciones de algunos presuntos implicados en casos de agresiones a personal de justicia y seguridad.
Incluso, este 24 de enero se dio a conocer la detención de un presunto responsable de la muerte del Diputado Roberto Chapula de la Mora, a más de 9 meses de su asesinato, que ocurrió el 2 de mayo del 2022.
Pero del grueso de la cifra de homicidios dolosos, poco se ha dicho, en ocasiones se argumenta el debido proceso de las carpetas de investigación.
Ante esa premisa, esta agencia informativa ha insistido en conocer por lo menos porcentajes de avances de las más de 800 carpetas que se debieron haber integrado por el número de homicidios dolosos reportados, pero las autoridades no han proporcionado aún esos datos y cada vez son más espaciadas las ruedas de prensa de la vocería de la Mesa de Coordinación, que inicialmente se establecieron con el objetivo de mantener a la sociedad informada y atender las demandas de información de los medios de comunicación.
La Gobernadora de Colima ha insistido en que este proceso de descomposición en el rubro de la seguridad del estado se ha gestado durante varios sexenios, por lo menos tres, y que los resultados no llegarán en el corto plazo.
«Yo sé que la circunstancia o las circunstancias que llevaron a nuestro estado a que en los últimos quince años más o menos, comenzara una recta de incremento en índices de violencia en nuestro estado, pues fue así, no fue algo que sucedió de un día para otro, fue algo que se generó con el tiempo y para mí, yo soy una convencida de que la solución también va a ser a mediano y a largo plazo».
«Ninguna solución inmediata nos garantiza que sea real, porque sería tal vez solamente tapar el sol con un dedo y después esto podría regresar con mucha más contundencia; y desde nuestro punto de vista la única solución real a mediano y a largo plazo, la podemos lograr con la generación de oportunidades para todos por igual».
Al cuestionarle esta agencia informativa, si serán 15 años los que se tardará en recuperar las condiciones de paz que tenía la entidad, dijo que espera que no sean tantos años, pero no estableció una fecha.
«Pues no, yo espero que no, que no tengan que pasar tantos años».
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