Alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima en el campus Tecomán, tanto del programa de ingeniero agrónomo como licenciado en Biología, recibieron un par de charlas sobre la importancia de su formación en uno de los temas básicos para la producción y para la vida, “Las abejas en la biodiversidad”, así como la “Polinización en los cultivos”.
Este par de charlas, impartidas en el marco de la semana cultural del plantel, lograron sensibilizar a los estudiantes hasta el punto de proponer un curso particular sobre el tema.
Durante su disertación, José M. Tapia González, de la Universidad de Guadalajara, señaló que actualmente está en manos de los agrónomos dar marcha atrás al daño que se está propiciando a las abejas, puesto que de 500 insecticidas que se usan en el campo, 100 resultan altamente negativos por su contenido de neo-nicotinoides, los derivados de la nicotina del cigarro o sintética.
Explicó que el agrónomo, muchas veces recomienda un producto específico para cierto tipo de plaga; no obstante, detalló, el productor acude a comprar y en la casa agroquímica le recomiendan otro bajo el argumento de que “se llevan todo (otras plagas), que son baratos y no producen toxicidad en el humano; sin embargo, al decir ‘todo’, esto incluye también a las abejas”
Por otra parte, señaló que siete de cada 10 biólogos creen que el declive de las abejas es una amenaza aún mayor que el cambio climático, y está en sus manos trabajar para hacer un cambio, destacando que la parte más importante es la polinización. “Ahí tienen mucho que ver los agrónomos también, porque se olvidan de cuidarlas”. La producción de un cultivo, dijo, se puede reducir hasta un 30% cuando la polinización no es adecuada.
En cuanto a las medidas que unidos, agrónomos y biólogos pueden tomar, propuso el plantar especies autóctonas; propiciar espacios públicos y privados amigables con las abejas, promover una agricultura menos industrial y respetuosa con el medio ambiente, así como la introducción de cultivos beneficiosos.
A manera de ejemplo, el expositor habló de un estudio realizado en la zona norte del Nevado de Colima, en el cual se encontró que 64 especies de abejas polinizaban a 140 especies diferentes de plantas y que el 60% de plantas existentes ahí eran polinizadas solo por tres especies; es decir que, si éstas desaparecieran, “también desaparecerían las plantas porque no podrían ser polinizadas”.
Ante la pregunta sobre la baja en la producción de miel, el investigador enfatizó que ésta no es ni un 5 a 10% de lo importante como es la baja en la polinización. “Jalisco subió como productor, pero no por incrementarla, sino que los otros dos estados tuvieron problemas con el cambio climático y el ácaro que afecta la producción de las abejas; sin embargo, lo que debe preocupar más es el tema de la polinización”.
En su momento, el segundo ponente, Octavio Macías Macías, también de la Universidad de Guadalajara, recalcó la importancia que tienen las abejas en el proceso de polinización y producción de alimentos, “queremos remarcar a los alumnos de agronomía y biología la importancia de las abejas y de la polinización para aumentar la producción y la calidad de los cultivos”.
La mayoría de los agricultores y de los apicultores desconocen esta cuestión porque es un fenómeno que no está a simple vista dentro de la estructura de la planta y de la flor, “de ahí la importancia de propiciar un evento con los apicultores, para que las dos áreas de trabajo se den cuenta de la importancia de este tema y que empiecen a trabajar juntos en aumentar la producción y beneficiarse mutuamente”.
Si bien la producción de miel está disminuyendo y además el precio está “por los suelos”, un trabajo conjunto traería beneficios inmediatos a los agricultores y apicultores, que podrían sustituir sus ingresos económicos; es decir, en vez de vender la miel, organizarse y rentar sus colmenas para polinización, “con eso quizá hasta podrían ganar más que si se dedicaran a hacer miel”.
Los jóvenes agrónomos podrían proponer a los agricultores el uso de las abejas en un huerto convencional; “si no tienes abejas para polinizar y produces 100 toneladas, las metes y produces 130 a 140 toneladas de más calidad, el beneficio es inmediato”.
Los investigadores coincidieron en que estamos muy a tiempo de rescatar a la abeja, pero todo dependerá de que instituciones como la Universidad de Colima, profesionales de agronomía, biología e incluso veterinarios, concienticen a los estudiantes y que tengan presente la importancia de mantener las abejas y su equilibrio ecológico con las plantas.