COLIMA.- A un año de que se recrudeció la violencia en Colima, que convirtió al 2022 en el más violento de la historia, según la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad, tres investigadoras sociales y un periodista y profesor de la Universidad de Colima escribieron el libro: “Y tú ¿cómo vives la violencia? Percepción del riesgo por la inseguridad en el estado de Colima”, publicado por Puertabierta Editores, en el que se presenta un registro cuantitativo y un análisis de cómo estos sucesos han afectado a la población del estado.

Aideé Consuelo Arellano Ceballos, Arnoldo Delgadillo Grajeda y Alma Celia Galindo Núñez, docentes de la Facultad de Letras y Comunicación, y Alicia Cuevas Muñíz, adscrita a la Facultad de Ciencias, todas ellas y él con formación en comunicación, no quisieron que este fenómeno social, que se aún se vive de manera cotidiana, pasara inadvertido.

Para realizar este trabajo aplicaron 270 cuestionarios en línea a una muestra de personas distribuidas por rango de edades, del 18 de febrero al 16 de marzo del 2022, tanto en Colima como en Villa de Álvarez, pero además profundizaron en grupos específicos: población en general, jóvenes universitarios, periodistas y mujeres emprendedoras.

Entre los hallazgos, Cuevas Muñiz comentó que la población “siente incertidumbre e inseguridad ante los eventos violentos que han estado ocurriendo desde enero pasado, y que ni su casa, trabajo o cualquier otro espacio son lugares donde se sientan seguros”.

Especificó que la mayor parte de la población sondeada señala que si hay un sentimiento de seguridad al salir de casa durante las mañanas, a plena luz, mientras van pasando el día y las horas, y entre más tarde es, menos seguridad sienten.

Otro de los hallazgos es que la población reportó no sentirse preparada para enfrentar una emergencia de ese nivel, sobre todo porque puede ocurrir en cualquier momento y lugar, en una calle, en el centro comercial, el antro, en la compra de los tacos, precisó Cuevas Muñiz.

El periodista y profesor Arnoldo Delgadillo señaló que las aspiraciones con este libro “son entender lo que sucede, cómo sucede y cómo afecta la violencia en la cotidianidad y en el riesgo de los habitantes de Colima; aspiramos también a que sea un instrumento para la política pública, ahora que sabemos que mientras las personas estén más preparadas ante una amenaza, llámese una balacera por poner un ejemplo, más segura se siente”.

Dio a conocer que hay autoridades muy interesadas en la investigación; “esto es algo que nos ayudará a que las ciencias sociales y la investigación académica puedan contribuir a la generación de políticas públicas en este tema tan preocupante para todos”.

Reconoció que, como equipo de trabajo, decidieron hacer esta investigación en tiempo real “porque creemos que es una responsabilidad como investigadores sociales poder interpretar lo que sucede y construir sobre ello; muchas veces se nos critica a los investigadores que estamos desarticulados de la realidad social porque publicamos en cinco lo que pasó hace diez años”.

“Hacer una investigación contra reloj -agregó-, con calidad y rigor es algo valioso porque se conocen los resultados en el momento que se vive y se puede incidir en ello”.

La profesora Arellano Ceballos, por su parte, señaló que registraron una percepción negativa del actuar de las autoridades “por la falta de respuesta y la no atención posterior a los acontecimientos violentos; como investigadores sabemos que esto no significa que no actúen, sino que han querido minimizar esa información y eso no le gusta a la población”.

Galindo Núñez apuntó que, como comunicadoras, aspiran “a que la información venga del lugar correcto, sin datos que no sean necesarios, pero sí con estrategias de protección, y que esa información indique no sólo qué se hace en esos casos, sino cómo podemos evitarlos”.

“Queremos saber si es mejor correr -añadió-, quedarte allí, tirarte al piso, esperar que pase el suceso, saber qué hacer si hay elementos como una fuerte lluvia o un sismo”.

Sobre la investigación, Delgadillo Grajeda dijo que la investigación se dividió en dos partes, la primera fue de corte cuantitativo, “que en esta ocasión ya publicamos, y una segunda la parte que ya empezamos a trabajar, la cualitativa”.

La segunda parte, adelantó, “contendrá entrevistas a profundidad para conocer en un nivel de descripción cómo las personas viven esta violencia en sus actividades cotidianas, cómo las afecta y cómo han cambiado”.

La profesora Galindo Núñez instó a leer el libro precisamente “porque todos vivimos este contexto sin que signifique que estemos involucrados; leerlo nos hace responsables de lo que vivimos, pues no podemos hacernos de la vista gorda”.

No se trata, aclaró, “de un libro que dará entretenimiento o soluciones sino que muy probablemente puede generar más preguntas, y eso es un acierto; como investigadoras creemos en la cultura de la prevención, y la violencia, como todo lo demás, puede ser prevenible para que no sea un caos”.

En su portada roja y con 132 páginas, la versión impresa de “Y tú, ¿cómo vives la violencia?, se puede adquirir en Puertabierta Editores o con los autores, directamente. La versión electrónica ya se encuentra disponible en Amazon.com.mx.