Hay gente deportista que corre, golpea pelotas, nada o monta en bici, y luego están los que prefieren ejercitar los glúteos en la modalidad de “soporte estático de peso humano en reposo” y los dedos en la complidada pero bella disciplina de “zapping compulsivo“.
Un gran problema para los millones de aficionados a este noble deporte es que ocasionalmente deben correr el riesgo para sus delicados abdominales inherente a levantarse del sofá para posteriormente dañar otras articulaciones abriendo y cerrando armarios y cajones en busca de pilas cuando llega el momento más temido por los practicantes de estas especialidades. Hablamos del día en que las pilas del mando a distancia están agotadas. Hoy, para todos ellos, la solución a esas noches en que se despiertan bañados en sudor frío con pesadillas sobre ese fatídico día.
Estamos de nuevo ante una de esas ideas tan simples que te muerdes los puños por no haberla tenido tú.
Sustituir las pilas de un mando a distancia por una dinamo. Básicamente estamos ante un mando a distancia universal que va a cuerda. Como el reloj del abuelo. Una pequela rulacha en la parte inferior del mando permite obtener carga de energía con el sencillo procedimiento de girarla. Sí, no se necesita más que un par de giros para tener la energía suficiente como para que el mando se entienda con la tele y subas o bajes el volúmen o cambies de canal.
Puedes, además, entretener esos momentos de angustia y nervios posteriores al pitido de inicio del partido correspondiente de España en el Mundial de Suráfrica para juguetear con la rulacha y así tener el mando cargado para todo el encuentro. El mando te permite controlar hasta 6 aparatos y cuenta con un indicador de carga que te avisa de cuando ha llegado el momento de darle cuerda. Según el fabricante basta con girar a izquierda y derecha 50 veces la rulacha para disponer de carga suficiente durante toda una semana de un uso habitual.
Solo hay una parte negativa, que hemos dejado para el final. Hay alguien a quien no va a gustar nada este mando: el conejito de Duracell. ─Antonio Rentero [KJ Global]