En conferencia realizada este fin de semana, Sonia Quijano Scheggia, académica de la Facultad de Ciencias Marinas (Facimar) e investigadora del Centro Universitario de Investigaciones Oceanologicas (Ceunivo) de la Universidad de Colima, habló sobre la presencia de larvas migrans (Ancylostomatidae) en las arenas de la bahía de La Boquita, en Manzanillo.
Sonia Quijano dijo que, de acuerdo a información brindada por personal podólogo de Manzanillo, se encontró el caso de un hombre de 40 años con diabetes mellitus tipo 2, con pie diabético desde el 2010, que presentaba úlceras en su pies, hallándose la presencia de larva migrans o migrante en la cara externa del pie derecho.
Explicó que debido a esta información y a la de otros turistas que han visitado La Boquita, se realizó un muestreo el mes de abril en la zona de esta playa, tomando muestras de arena superficial en lugares sombreados y húmedos. Al analizarse en el laboratorio, se encontró la presencia de larvas migrans.
Explicó que esta larva migrans parasita a los caninos que no son frecuentemente desparasitados, encontrándose en su materia fecal. Dichas larvas, una vez liberadas, afectan al ser humano que entra en contacto con ellas. A pesar de no ser un riesgo mayor para sus reservorios humanos, estos organismo penetran y caminan literalmente por la piel, produciendo daños en tejidos.
Sobre el ciclo de estos parásitos migratorios expresó que se encuentran en las heces fecales de los caninos, con una eclosión en 48 horas, alcanzando su madurez de 5 a 10 días y sobreviviendo en el ambiente de 3 a 4 semanas.
Agregó que los caninos infectados eliminan con la materia fecal alrededor de 20 mil huevecillos por día, en condiciones favorables de temperatura que oscila entre los 25 y 30 grados centígrados, en suelos húmedos, arenosos, sombreados y oxigenados, siendo las playas un lugar con condiciones ideales para su supervivencia.
La especialista universitaria dijo que, conforme a una estimación del 2011 hecha por la Secretaria de Salud, hay alrededor de 23 millones de perros en México, de los cuales aproximadamente la mitad vive en la calle.
Detalló que durante el levantamiento de muestras detectaron también varios perros deambulando por la zona de La Boquita, por lo que considera necesario informar y emitir normas para evitar que continúen desplazándose por ese el lugar.
La científica universitaria externó que es necesario continuar con estos estudios, no solo en la bahía de La Boquita, para plantear soluciones por parte de las autoridades, y brindar a los visitantes y ciudadanos un lugar seguro durante su permanencia en la playa; “hay perros en otras las playas y de seguro ahí también hay larvas”.
Por último, dejó claro que lejos de estar en contra de los derechos de los animales, de asociaciones y esfuerzos de la gente local para la alimentación de los caninos que viven en la calle, considera necesario tomar en cuenta otros aspectos y medidas de salud ,“no sólo es alimentar a los animales, si no ser responsables con sus cuidados ”.