El aguachile es un platillo típico de la costa occidental de México, se consume principalmente en el noroeste, en un área que comprende los estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Sonora y Baja California.
Los orígenes de este delicioso platillo se remontan a la región serrana de Sinaloa, en donde se preparaba con carne machacada en agua hirviendo, se le agregaba unos cuantos chiles chiltepines -característicos de la región-, para darle ese toque picoso que lo distingue. Al paso del tiempo, la carne se sustituyó con camarón, especie de la que Sinaloa es líder productor y que aporta el 45.5 por ciento del total nacional que alcanza las 230 mil 381 toneladas.
Aunque existen diversas formas de preparar el aguachile, todas conservan los ingredientes de la receta tradicional: agua, chile chiltepín y camarón limpio, en algunas variedades el agua se sustituye por limón, sal y pimienta al gusto, otras más mezclan nuevos sabores y texturas, con ingredientes más exóticos como rodajas de pepino, mango, morrón, aguacate, tequila e incluso jugo de almeja.
Respecto al chiltepín podemos decir que es un chile típico de Sinaloa, se consume tanto verde y fresco, como seco, sin dudas es el alma del aguachile de camarón. Este pequeño chile crece a las orillas de arroyos y a lo largo de cañadas en los matorrales desértico y espinoso, selva baja caducifolia y encinares. Por ahí cuentan que, de forma tradicional, este chile es usados para curar tanto el cuerpo como el espíritu, pues sirve para aliviar dolores de oído y muela, así como otros males reumas, calentura, gripa, tos, debilidad, gastritis, hemorroides, mal de ojo y hasta “cruda de borracho”.
El limón, ingrediente indispensable del aguachile, es uno de los cultivos frutales más importantes para México por la derrama económica que genera, su producción supera las 2.6 millones de toneladas y Michoacán es el líder productor de este cítrico considerado el “alimento medicina” por excelencia gracias a las numerosas propiedades saludables que le distinguen, entre ellas, fortalecer el sistema inmunológico y potenciar la actividad de los glóbulos blancos.
Finalmente, solo resta agradecer a todos nuestros productores de pequeña y mediana escala porque, a pesar de la pandemia que padece el mundo, el sector primario ha sido el que mejor comportamiento económico ha tenido en estos meses tan difíciles, gracias a su trabajo la agricultura y la pesca en México no se detienen y los alimentos llegan a nuestra mesa oportunamente, sanos y deliciosos.