Por Héctor Romero Fierro
Mientras se presenta el primer caso confirmado en nuestro país de la variente del virus llamada ómicron, cuyo portador es un paciente hospitalizado proveniente de Sudáfrica, las autoridades de salud de nuestro país, en manos del llamado “Doctor Muerte” López-Gatell y del otro López, reflejan gran indiferencia, no obstante que, según algunos investigadores, esta variante destaca por su mayor capacidad para reinfectar o para evadir la respuesta inmune de los vacunados, además de que su dispersión es muy rápida, pero mientras Manuel Andrés López Obrador MALO, señalaba que “no hay elementos para preocuparnos, no hay motivos de riesgo de acuerdo a los reportes que me han entregado los especialistas”.
Qué bueno que nuestro presidente piense así, y dé un ejemplo al escandaloso de Joe Biden, que en el vecino país señaló: “vamos a pelear con esa variante (ómicron) con ciencia y velocidad”, que lástima que el presidente gringo no tiene a una eminencia como López-Gatell, quien para nuestra emoción, dice, refiriéndose a esa variedad, que “no se ha demostrado que cause enfermedad más grave, no escapa la respuesta inmune de las vacunas y las pruebas PCR siguen detectando esa variante”. Que ni sueñe Biden con llevárselo. Italia también equivocada, vuelven a imponer el uso obligatorio del cubrebocas en gran parte del país. Que los asesore Gatell.
Por ello, MALO celebró en pleno Zócalo capitalino con, según ellos, 200 mil gentes, (la gran mayoría acarreados), su tercer año en el gobierno, pero no hay a la fecha un solo indicador económico o social que nos refleje, contrario al discurso oficial, que vamos por el camino correcto. ¿Es tan alto el deseo de sentirse aplaudido que López arriesga a toda esa gente en una reunión masiva en plena pandemia?
Cuauhtémoc Cárdenas dice que ve un país con muchos rezagos todavía y sin propuestas, sin embargo, el discurso de MALO en el zócalo estuvo lleno de afirmaciones falsas y datos engañosos sobre muchos temas.
En materia económica el futuro pinta pésimo, y sin duda será un sexenio perdido; en control de la pandemia nuestro país ocupa, al día de hoy, el penoso sexto lugar mundial en número de muertos por covid. En homicidios dolosos, en los primeros 36 meses del mandato de MALO, lleva 106 mil 746, cuando EPN en el mismo periodo solo reportaba 63 mil 877; o el supuesto culpable de una guerra que solo existe en la mente de los morenistas, Felipe Calderón, quien al cumplir 36 meses de mandato solo acumulaba 41 mil 375. El PIB cayó 8.3 por ciento entre 2020 y 2021.
Cerraremos 2021 con una inflación de más del 7.3 por ciento, la más alta en las últimas dos décadas. Ha aumentado terriblemente el número de pobres y la clase media tiende a desaparecer. En percepción de la corrupción caímos al lugar 137 de 142 países, ubicándonos como uno de los cinco países más corruptos del mundo.
El 78%de los contratos en estos primeros años de gobierno se otorgaron sin concurso ni licitación, y muchos a empresas de reciente creación. El tipo de cambio con el dólar americano imparable, arriba de 21.52 pesos. Ahora se ataca a la UNAM y se pretende el control de CIDE, entonces la educación también está en riesgo. Entonces ¿hay algo que celebrar?
PD: Apoyemos a la UdeG en su legítima petición de un presupuesto justo.