CDMX.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados oportunos del Censo Agropecuario 2022. Su propósito es ofrecer estadísticas actualizadas sobre las características económicas, tecnológicas, ambientales y sociales de las unidades de producción agrícolas, ganaderas y forestales de México, así como su producción, tamaño, estructura y distribución.
La presente es la novena edición de este programa, que se lleva a cabo en el país desde 1930. El Censo Agropecuario constituye la fuente de información económica agropecuaria y forestal más completa y detallada de México. Proporciona datos desagregados por tamaño de la unidad de producción, por municipio y por regiones, por producto (cultivos, especies pecuarias y especies forestales), por ciclo agrícola, tipo de agricultura, entre otros.
Principales resultados
La superficie total de México es de 196.5 millones de hectáreas. Esta se divide de la siguiente manera: 192.0 millones de hectáreas son área rural y 4.5 millones corresponden al resto de la superficie —centros de población, caminos y cuerpos de agua, entre otros rasgos geográficos—. A su vez, del total de hectáreas en área rural, 88.4 millones (46.1 %) corresponden a suelo con uso o vocación agropecuaria y 103.6 millones (53.9 %) a superficie sin uso o vocación agropecuaria.
De las hectáreas con uso o vocación agropecuaria, 84.7 millones fueron cubiertas por el Censo y 54.7 % se concentró en Chihuahua, Sonora, Coahuila, Veracruz, Tamaulipas, Jalisco y Chiapas.
El Censo Agropecuario revela que, en 2022, en el país había 5 005 770 unidades de producción agropecuaria y 32.1 millones de hectáreas de superficie agrícola. Las unidades de producción se distribuyeron de la siguiente manera: 4 440 265 fueron unidades de producción activas, con 26.1 millones de hectáreas de superficie agrícola y 565 505 fueron unidades de producción agropecuaria sin actividad, con 6.0 millones de hectáreas de superficie agrícola.
Las unidades de producción agropecuaria activas contaron con 20.5 millones de superficie sembrada y 5.6 millones de hectáreas no sembradas. De estas últimas, 2.6 millones de hectáreas eran superficie en descanso y el resto (2.9 millones de hectáreas), superficie no sembrada por mal temporal, por falta de crédito, por enfermedad, por falta de dinero o apoyos o porque no hubo quien la sembrara, entre otras causas.
La superficie promedio, por unidad de producción activa, es de 5.9 hectáreas. En el Censo Agropecuario 2007, el promedio fue de 7.7 hectáreas; es decir, en 2022, las unidades de producción fueron más pequeñas, en promedio.
En cuanto a unidades de producción propiedad de una persona física, 71.8 % tenía una superficie hasta de cinco hectáreas y 28.2 %, una superficie mayor. Las entidades federativas con el mayor porcentaje de unidades de producción de hasta cinco hectáreas fueron: Ciudad de México, estado de México, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos y Oaxaca. Las entidades con más porcentaje de unidades de producción mayores de cinco hectáreas fueron: Tamaulipas, Zacatecas, Sinaloa, Baja California, Nuevo León y Sonora.
La mano de obra en actividades agropecuarias o forestales de las unidades de producción fue de 27 256 127 personas. De esta cantidad, 22.8 millones eran hombres (83.8 %) y 4.4 millones, mujeres (16.2 %). Al comparar la mano de obra femenina con el Censo Agropecuario 2007 —que reportó 19.7 % de participación—, el involucramiento de las mujeres en las labores agropecuarias y del campo resultó menor, en poco más de tres puntos porcentuales.
El total de mano de obra se compuso, en primera instancia, de 5.8 millones de familiares y 2.1 millones de personal dependiente remunerado de las unidades de producción. Además, 3.3 millones de productoras y productores participaron activamente en las labores productivas y 16.1 millones de jornaleras y jornaleros. Cabe señalar que la cifra de esta última categoría no se refiere a personas, sino a puestos de trabajo.
En Guerrero, Veracruz, Puebla, Oaxaca, México y Chiapas se ocupó a 61.4 % de las y los jornaleros del sector agropecuario y forestal en México. En esas mismas entidades, se empleó 57.3 % de la mano de obra dependiente de la unidad de producción (familiares, personal remunerado y productor o productora).
De las y los productores responsables de las unidades de producción, 72.8 % tenía más de 45 años y 29.3 %, 65 y más.
En cuanto a la escolaridad de las y los productores, el nivel de primaria predomina, aunque se redujo de 54.9 a 50.4 %, entre 2007 y 2022. La secundaria registró un incremento de 11.1 a 21.6 % y el bachillerato o preparatoria, de 2.9 a 7.0 por ciento.
El parque vehicular de tractores propios tuvo un incremento de 86.8 %: pasó de 238 248 unidades, en 2007, a 445 063 en la actualidad. Lo anterior se traduce en una tasa de crecimiento anual de 4.3 por ciento. El promedio de tractores por unidad de producción, si solo se considera a las que reportaron tener tractor propio, fue de 1.3.
Las unidades de producción agropecuaria con crédito y seguro registraron un incremento en los últimos 15 años, aunque aún es bajo el acceso. En 2007, el número de unidades de producción con crédito fue de 159 241. En 2022, alcanzó un total de 265 508 unidades de producción. El aumento fue de 66.7 %, con una tasa de crecimiento anual de 3.5 por ciento. En cuanto a seguro para la actividad agropecuaria y forestal, solo 78 140 unidades de producción tuvieron acceso en 2022.
Los problemas más comunes que percibieron las y los productores agropecuarios —y que afectaron la producción y productividad de las unidades de producción— fueron: altos costos de insumos y servicios, con 82.0 %; factores climáticos, con 64.5 %; baja de precios o disminución de ventas a causa de la pandemia por la COVID-19, con 37.2 %; factores biológicos, con 37.0 %; pérdida de fertilidad del suelo, con 27.6 % y la inseguridad, con 21.0 por ciento.
Los resultados oportunos del Censo Agropecuario 2022 ofrecen 12 tabulados, una síntesis metodológica, metadatos, un glosario de términos y presentaciones nacional y por entidad federativa con el resumen de los principales resultados. Los definitivos se darán a conocer en noviembre de 2023.
Con esta información, el INEGI se mantiene a la vanguardia en la generación de estadísticas de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales del país. El objetivo es suministrar a la sociedad y al Estado información de calidad, pertinente, veraz y oportuna a efecto de coadyuvar al desarrollo de políticas públicas, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de investigaciones y, en general, para conocer qué, cuánto, dónde, cómo y con qué se produce en el campo mexicano.