Ciudad de México.- Después de que el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, diera positivo a COVID-19, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, aclaró que él no se hará una prueba pues no tiene síntomas.
El viernes pasado, el titular del IMSS acompañó al presidente en su gira por Tabasco para dar la actualización del caso ABC, por lo que tuvo contacto con el presidente y otros funcionarios más.
Este lunes, durante la conferencia de prensa matutina, el mandatario expresó que él ha seguido las indicaciones de las autoridades sanitarias, por lo que se encuentra bien de salud.
“No me hago la prueba porque no tengo los síntomas; afortunadamente estoy buen, me cuido, se guarda la distancia. Ahora fui a la gira, en los actos muy poca gente, solo medios y eso, los compañeros que van de comunicación social.”
Respecto al tema, López Obrador detalló que el funcionario se encuentra aislado en casa, junto con su familia que también dio positiva al virus del SARS-CoV-2, pero sin síntomas graves.
“Lo cierto es que es un virus muy peligroso, es una pandemia que produce mucho dolor y sufrimiento”.
Ya desde marzo, el mandatario había anunciado que no se aislará durante la contingencia sanitaria pues su función es prioritaria, a pesar de que a su alrededor ya fueron diagnosticados con COVID-19 el Procurador Federal del Consumidor y el titular del IMSS, además de la secretaria de Energía en Tabasco.
Refirió que al ser un momento crítico, el país lo necesita y no dejará vacíos de poder que sus adversarios puedan usar para “jugadas políticas” en su ausencia.
Crédito al Banco Mundial
En otro tema, el titular del Ejecutivo informó que el préstamo que se solicitó al Banco Mundial de mil millones de dólares, es una “operación de rutina”.
“Es una operación de rutina, algo que se solicitó desde el año pasado como parte del manejo de las finanzas. Seguimos sosteniendo que no va a aumentar la deuda.”
En este sentido dijo que está consciente de que –económicamente- el trimestre más difícil será el segundo, que comprende de abril a junio, pero se mantiene optimista en que las finanzas nacionales no caigan mucho.
“Yo estoy pensando, soy optimista, que no se caiga mucho. En el primer trimestre cayó 1.2 por ciento; este trimestre es el más difícil, va a caer la economía, pero no como piensan, vamos a salir bien”.
Reiteró que su estrategia financiera se basa en la austeridad republicana y el ahorro, de donde se estarían obteniendo cerca de 500 mil millones de pesos que serán destinados al apoyo de programas sociales.
Conflicto con Enrique Alfaro
López Obrador dijo que no quiere “tener pleitos con nadie”, pero reprochó los señalamientos que hizo el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, donde le acusa de orquestar las protestas realizadas en Guadalajara.
“Se me hizo algo injusto, incluso irrespetuoso de la investidura presidencial. No se pueden lanzar esas acusaciones a la ligera, echarle la culpa a otros de los problemas que, cotidianamente, tiene uno que enfrentar como gobernante”.
Reiteró que no tiene por qué dar instrucciones sobre lo que se hace en los estados, pues estos tienen su autonomía y, en caso de alguna controversia de derechos humanos, se debe de recurrir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, o a la Fiscalía General de la República, en su caso.
“Pero ya no es el tiempo que desde la Segob se le hablaba a los gobernadores para someterlos, eso ya pasó”.
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