Durante todo un día, alrededor de treinta funcionarios de la Universidad de Colima, encabezados por el rector José Eduardo Hernández Nava, participaron en el taller “Liderazgo y pensamiento sistémico en la Universidad”, que condujeron Carmen Leticia Jiménez González, directora ejecutiva del Instituto y Gestión de Liderazgo Universitario (IGLU) y María de los Ángeles Ruiz, psicóloga clínica, especialista en sistemas humanos y coaching sistémico.
Durante el taller, estos universitarios pudieron conocer y practicar los puntos esenciales del pensamiento sistémico que, según las instructoras, les serán de gran ayuda al momento de tomar decisiones pensando no sólo en sus oficinas sino en toda la Universidad como un sistema integrado.
El acto de clausura y entrega de constancias se realizó al término de la jornada vespertina. Allí, el rector Hernández Nava agradeció a las talleristas por la reflexión que dejaron en los universitarios: “Agradecemos las aportaciones vertidas, tanto en este taller de trabajo como en la conferencia magistral. Igualmente, agradezco la disposición de quienes tomaron este curso con el fin de mejorar sus habilidades, ya que la formación del personal directivo es indispensable para ejercer un liderazgo responsable y acorde con el rumbo de la institución”, dijo.
A lo largo del día, prosiguió, “hemos trabajado en la identificación de diferentes estrategias que nos permitan desarrollar las habilidades del pensamiento sistémico, con impacto en la calidad y en la gestión de cada una de las áreas sustantivas de la universidad, ya que el propósito ha sido establecer una manera de pensar que va de lo individual a lo colectivo, bajo el supuesto de que cada uno de nosotros pertenece a un sistema, por esto es importante romper la visión individualista o lineal”.
Para el rector, “el liderazgo es la base fundamental donde se construye la estructura social; es decir, del liderazgo depende la visión que tenemos de nuestra realidad”. En este sentido, dijo, en el taller aprendieron a romper la visión individualista para cambiarla por otra sistémica, a estar actuantes en tiempo de crisis, “a distribuir las responsabilidades y los privilegios del liderazgo universitario entre el personal de la institución” y a darle prioridad “al personal emergente, que de cierta forma posee habilidades para lograr, de manera ética y humanista, la visión institucional”.
Durante el taller, Ángeles Ruiz recordó a los participantes que la vida es un sistema y, como ejemplos cotidianos, habló del clima, la teoría del caos, el efecto mariposa, y de las redes sociales: “Las organizaciones también son un sistema y lo ocurrido en una parte, aun cuando esté a miles de kilómetros de distancia, las afecta o beneficia”, dijo.
Para explicarlo, Ángeles Ruiz compartió lo sucedido en el Parque Nacional de Yellowstone, Estados Unidos, donde reintegraron lobos casi extintos en dicho ecosistema: “Fue muy exitoso, porque se acabó la sobrepoblación de alces y la flora volvió a tomar su lugar. Yellowstone regresó a su ciclo natural: ordenado, funcional, interconectado e interdependiente”, señaló la experta.
En su disertación, dio a conocer a los 31 directivos las cualidades para que una organización funcione de una manera evolutiva y funcional, tales como adaptarse, leer el contexto, flexibilizarse y colaborar, y enfatizó que quienes no hacen equipo se extinguen y mueren: “No es cuestión de voluntad sino de que vivimos en un sistema vivo y evolutivo”, recordó Ángeles Ruiz.
Al ser un sistema vivo, continuó, “las organizaciones son sistemas que nacieron para perpetuarse, sistemas que evolucionan y cambian a pesar de las personas. En las organizaciones, queramos o no, estamos interconectados, no es una opción conectarnos porque si uno deja de hacer algo, afectará o beneficiará a la organización”.
Después de exponer lo anterior, las instructoras propusieron varias dinámicas para poner en práctica cómo funciona, o no, un sistema.
Finalmente, al tomar la palabra, Carmen Jiménez González agradeció al rector de la UdeC y a su equipo de trabajo “por abrirnos sus puertas, por la calidez con la que nos recibieron. Sé que podemos ayudarlos desde IGLU, tengan por seguro que tendrán aliados en nosotros”, concluyó.
En la clausura participaron: Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado y directora general del Cedefu y Christian Torres Ortiz, secretario general de la Universidad.