El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), mediante su convocatoria Fortalecimiento de Infraestructura y Desarrollo de Capacidades Científicas 2022, apoyará con recursos el proyecto: “Fortalecimiento de la infraestructura para atender problemas de contaminación en la región occidente del país, para reforzar el PRONACES, así como para robustecer y consolidar la investigación toxicológica en México”, que encabeza el Dr. Oliver Mendoza Cano, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima.
En entrevista, comentó que este proyecto se vincula con la base de datos que tiene el Conacyt, y en la que es posible conocer las necesidades que tienen la sociedad y los gobiernos del estado o región donde se ubican las universidades. El Conacyt, además, toma en cuenta la vocación de dichas universidades para servir a la población.
Mendoza Cano comentó en entrevista que “el Conacyt está comprometido con la problemática nacional de procesos contaminantes y agentes tóxicos en el país; sumado a esto, la Universidad de Colima ha respondido de una forma contundente para fortalecer la infraestructura que le permita integrar una red de laboratorios a nivel nacional, para dar respuesta a la exigencia sobre vigilancia y regulación de tales procesos para beneficio de la sociedad”.
Con el proyecto aprobado, continuó, “se adquirirá un Espectrómetro de Masas con Plasma Acoplado Inductivamente (ICP-MS, por sus siglas en inglés), el cual permite la cuantificación de elementos traza de metales pesados en agua, suelo y sedimentos; es decir, cantidades ínfimas en cualquier matriz, incluso biológica como moluscos, peces o muestras humanas”.
Adelantó que este apoyo a la infraestructura complementará un Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (PRONAII), que tiene que ver con el perfil epidemio-toxicológico para definir las regiones de emergencia ambiental y sanitaria, para lo cual se estrecha la vinculación con la Secretaría de Salud, la CONAGUA y los organismos operadores del agua en Colima, requisito importante para obtener el apoyo.
El profesor investigador destacó que “ahora Conacyt tiene la preocupación de que las universidades generen soluciones y propuestas en coordinación con gobiernos; vamos de manera conjunta para sumar esfuerzos dirigidos a dar respuesta a lo que la sociedad y las dependencias necesiten, lo que es magnífico”.
“Ya no puedo hacer ciencia porque quiera ni de lo que se me ocurra, persiguiendo un afán técnico y científicamente notable, sino que ésta debe ir a la par de resolver problemas que tienen lustros o más tiempo dentro de los sistemas socio-ambientales”, comentó. Sobre los criterios de control de calidad para medir trazas de metales, dijo que su proyecto no habla de un laboratorio aislado sino que pertenecerá a la red de PRONACES (Programas Nacionales Estratégicos), la cual está conformada y dirigida para dar respuestas a la sociedad en el tema de toxicidad y contaminación.
Además, destacó, pretenden cumplir con las normas de calidad en los laboratorios reguladas por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), la cual establece criterios para acreditar que un laboratorio cumpla con un sistema de calidad y que su resultado sea fiable.
Con el estímulo de 3 millones 537 mil pesos, precisó, se adquirirá el espectrómetro y se tendrán dos becas para estudiantes e insumos. Asimismo, el equipo estará disponible para hacer colaboraciones académicas con los posgrados de la UdeC, con estudiantes, profesores e investigadores de todas las dependencias y todas las universidades del país que así lo requieran.
El investigador informó que en menos de un año se instalará el ICP-Masas en el Laboratorio de Ingeniería Sanitaria y Química de la Facultad de Ingeniería Civil, y resaltó que cuentan con todo el apoyo del rector y las autoridades para establecer la vinculación con las entidades gubernamentales y operadores de agua en el estado.
En este sentido, agradeció al rector Christian Torres Ortiz Zermeño las facilidades para la instalación del espectrómetro de masas debido a que requiere algunas condiciones de temperatura, humedad, líneas de gas y campanas extractoras (por los ácidos que se manejan), así como refrigeradores y una mesa contra la vibración porque el tren pasa por esa zona.
Oliver Mendoza Cano es egresado de Ingeniería Química en Metalurgia por la UdeC; también incursionó en el estudio de metales y medio ambiente en la Universidad Estatal de Moscú.