No se anunció oficialmente el resultado de la votación en la cámara baja de la Asamblea Nacional francesa, donde la medida fue aprobada a mano alzada. La propuesta pasa ahora al Senado, donde su suerte es mucho menos cierta.
La medida puso a Francia en colisión con Turquía, aliado estratégico y socio comercial. El primer ministro Recep Tayyip Erdogan dijo que convocó al embajador Tahsin Burcuoglu.
«Estamos convocando a nuestro embajador en París a Ankara para consultas», dijo Erdogan.
«Desde este momento, cancelamos las actividades bilaterales políticas, económicas y militares», precisó. «Suspendemos toda clase de consultas políticas con Francia (y) la cooperación militar bilateral, las maniobras conjuntas quedan canceladas desde este momento».
Turquía rechaza categóricamente la expresión de «genocidio» en referencia a la matanza de armenios durante la Primera Guerra Mundial, por creer que el tema es asunto de los historiadores. Sostienen que Francia viola la libertad de expresión y que el presidente Nicolas Sarkozy intenta ganar votos antes de las elecciones presidenciales de abril.
Medio millón de armenios viven en Francia y muchos de ellos presionaron a las autoridades para que equipararan esas matanzas con el Holocausto, penando la negativa del genocidio.
Francia reconoció oficialmente el genocidio armenio en el 2001, pero sin penar su negación. El proyecto de ley contempla hasta un año de cárcel y multa de 45.000 euros (59.000 dólares) para quienes lo nieguen o «minimicen groseramente» los asesinatos cometidos por los turcos otomanos en los últimos meses del imperio, equiparándolo al Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial.
Con información de AP
