Arabia Saudí arrestó a 431 personas sospechosas de pertenecer a células del Estado Islámico y frustró una serie de ataques a mezquitas, fuerzas de seguridad y a una misión diplomática, informó el sábado el Ministerio del Interior.
«El número de arrestados a la fecha es de 431, la mayoría de ellos ciudadanos, además de algunos participantes de otras nacionalidades (…) Seis operaciones suicidas sucesivas que tenían como objetivo mezquitas en la provincia este junto con el asesinato de efectivos de seguridad fueron desbaratadas», dijo el comunicado publicado en el sitio web de la agencia oficial SPA.
«Complots terroristas contra una misión diplomática, instalaciones de seguridad y del Gobierno en la provincia de
Sharurah y el asesinato de efectivos de seguridad fueron frustrados», añadió.
El anuncio ocurrió después de que un coche bomba explotó en un punto de control cerca de una prisión de máxima seguridad el jueves, causando la muerte del conductor y heridas a dos oficiales de seguridad, en un ataque que luego se adjudicó el Estado Islámico.
Una serie de ataques mortales llevados a cabo por seguidores del grupo militante han alimentado las preocupaciones de una creciente amenaza de seguridad en el principal exportador de petróleo del mundo.
El ministerio no entregó detalles de cuándo fueron detenidas las personas, pero algunos comentarios previos de las autoridades sugieren que los arrestos ocurrieron durante el curso de meses.
Los supuestos delitos cometidos por los arrestados van desde contrabando de explosivos, vigilancia de potenciales blancos de ataques, apoyo logístico a atacantes a fabricación de chalecos con explosivos, entre otros.
El Estado Islámico ha llamado a sus seguidores a llevar a cabo ataques en el reino y ya se ha adjudicado dos ataques suicidas que causaron la muerte de 25 personas en mayo.
El Ministerio del Interior dijo que los sospechosos arrestados estaban conducidos desde el exterior y tenían como objetivo incitar la violencia sectaria y el caos.
En una entrevista con el New York Times realizada esta semana, el presidente Barack Obama instó a los aliados sunís del Golfo Pérsico a acoger a los ciudadanos chiíes.