ARROJO

¿QUÉ VIENE?
Por.- SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Los fenómenos sociales siempre van a tener factores completamente abstractos en sus detonantes y en sus interpretaciones y/o explicaciones.

Provocar un cierto comportamiento de un par de  partículas atómicas dentro de un acelerador  y después de la buscada colisión, interpretar los resultados, está sujeto a leyes y fórmulas físicas y matemáticas que muy poco dejan a la especulación.

Cuando el análisis se enfoca en el comportamiento humano, otro gallo canta.

Y si este ejercicio se eleva a un nivel de todo un grupo social, más interesante se pone el asunto.

De forma retrospectiva, sin duda a agua pasada, se pueden intentar, con cierta facilidad, explicaciones coherentes de qué y cómo pasaron las cosas frente a un cambio.

Por ejemplo, es sencillo entender que el paso de un comportamiento nómada a uno sedentario, el desarrollo de ciudades y asentamientos fijos se dieran basados en el descubrimiento e implementación de la agricultura y la ganadería. Lógico.

Ahora me gustaría que alguien asegurara qué va a suceder con las clases sociales y las estructuras laborales en los próximos 15 años con la llegada de la inteligencia artificial. Compleja la cosa. (Aquí me atrevo a hacer una recomendación. Indispensable la lectura de “21 Lecciones para el siglo XXI” de Yuval Noah Harari).

¿Que motiva más, el hambre o el miedo? ¿la fe o el fanatismo? ¿el amor o el odio? ¿la ambición o la pasión?

Difícil determinarlo, pues justo como lo mencioné, en la historia humana hay momentos decisivos que  se han desatado a partir de cada uno de estos estímulos o sentimientos.

Ante todo ello, creo que lo que corresponde es provocar que se generen esfuerzos multidiciplinarios, que partan de una visión amplia y sin perjuicios.

Si no se intenta así, entonces no hay forma de interpretar y dilucidar sobre lo que estamos atestiguando en nuestro país y en Venezuela, solo por apuntar hacia algún lado.
Frente a regímenes políticos probadamente dañinos, acá se acepta, allá se repudia. De este lado estamos rogando que no se entregue el control del congreso, de aquel se toman calles y reducen monumentos.

Quizá la diferencia solamente sea el ARROJO.

 

MICROCUENTO

Descubro árboles de pistache por todos lados. Además, cargados de fruta. Me encantan y cada que tengo oportunidad como y como. Con infantil emoción, tomo algunos de una rama, degusto la pulpa que les arropa y no sabe mal. Llego a la dura cubierta y no me importa, aprieto los dientes con la intención de llegar a lo bueno y un amargor terrible invade mi boca. La intuición no fue suficiente, tengo que investigar.