Eddie Ray Routh fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional el martes, después de que un jurado de Texas lo encontró culpable de asesinar a Chris Kyle, el ex miembro del cuerpo de élite SEAL de la Armada estadounidense en cuya autobiografía se basa la película «American Sniper».
Routh, de 27 años y ex Marine de Estados Unidos, fue hallado culpable de disparar múltiples veces a Kyle y a su amigo Chad Littlefield en un campo de tiro a unos 110 kilómetros al sudoeste de Fort Worth en febrero de 2013.
Los fiscales dijeron que Routh los emboscó por la espalda, tras esperar que Kyle descargara completamente su arma antes de dispararles varias veces.
Kyle, un ex integrante de los SEAL famoso por ser el francotirador más letal en la historia militar estadounidense, es idolatrado en Texas, su estado natal.
Se convirtió en una figura arraigada en la cultura popular estadounidense en gran parte debido a su exitoso libro y la nominación al Oscar de la película dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Bradley Cooper.
Tras dejar el servicio militar, Kyle, quien luchaba con sus propios demonios, ayudó a veteranos llevándolos a campos de tiro y conversando con ellos.
El día de su asesinato había llevado a Routh al campo de tiro junto a su vecino, Littlefield.
«Tomaste la vida de dos héroes, hombres que intentaron ser amigos tuyos. Te has convertido en una desgracia para Estados Unidos», dijo el cuñado de Littlefield, Jerry Richardson, sobre Routh en la corte en la ciudad rural texana de Stephenville después de conocer la sentencia.
El jurado deliberó por más de dos horas antes de alcanzar un veredicto. Los fiscales decidieron no optar por la pena de muerte y buscaron la cadena perpetua sin libertad condicional.
Los abogados defensores argumentaron que Routh era un paranoico esquizofrénico y debía ser declarado inocente por demencia.
En los argumentos de cierre, la fiscal Jane Starnes dijo que Routh actuó fría y deliberadamente cuando asesinó a los dos hombres y luego planeó su huída.
«Eso no es locura. Eso es simplemente un asesinato premeditado y a sangre fría», afirmó.