Jalisco.- Para nadie está en duda que el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, se ha convertido en un símbolo del horror y la impunidad en México.
Imágenes satelitales de Google Earth han revelado que su construcción ocurrió entre 2014 y 2017, durante la administración de Enrique Peña Nieto y su operación durante el la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Años después, este predio de más de 10 mil metros cuadrados se convirtió en un centro de reclutamiento forzado y exterminio, presuntamente operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El sitio ha sido objeto de investigaciones tras el hallazgo de múltiples fosas clandestinas y restos humanos, convirtiéndose en un escenario clave en la crisis de desapariciones que azota al estado.
Evidencias satelitales
Un análisis de imágenes satelitales realizado por el Centro de Investigación CICA permitió documentar la transformación del predio a lo largo de los años:
- 2011: No existían construcciones ni un muro perimetral.
- 2014-2015: Inician las construcciones principales.
- 2017: Aparecen portón, vehículos y más infraestructura.
- 2019: Se agrega una nueva construcción y modificaciones en los techos.
- 2023: Se detectan al menos 19 figuras circulares con bordes irregulares en el terreno, lo que sugiere excavaciones recientes.
- Diferencias entre mayo 2023 y marzo 2025
- 2024: En septiembre, la Guardia Nacional y el Ejército realizaron un operativo, rescatando a dos personas secuestradas y deteniendo a 10 presuntos criminales.
Las imágenes más recientes de marzo de 2025 muestran que la mayoría de estos agujeros han desaparecido, lo que refuerza la hipótesis de alteraciones en el terreno.
Preguntas sin respuesta: ¿Quién permitió esto?
A medida que Teuchitlán destapa verdades incómodas, las interrogantes se acumulan:
🔎 ¿Cómo fue posible que el rancho operara por años sin intervención de las autoridades?
🔎 ¿Por qué no se actuó ante las señales de actividad criminal en el predio?
🔎 ¿Quién permitió que este lugar se convirtiera en un campo de exterminio?
Mientras los colectivos de búsqueda y las familias de desaparecidos siguen exigiendo justicia, el Rancho Izaguirre se erige como una prueba más de la crisis de seguridad e impunidad que enfrenta México.
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