Ciudad de México.- Hoy a las 16:19h despegó el avión presidencial Boeing 787-8 Dreamliner desde la pista No. 23 izquierda del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) “Benito Juárez” con destino a Tucson, Arizona. Con ello finaliza el proceso de entrega de la aeronave a las autoridades de la República de Tayikistán tras la operación de compraventa concretada por el gobierno de México el pasado 20 de abril, como parte de la política de austeridad republicana.
El plan de vuelo estuvo a cargo de una empresa civil contratada por los nuevos propietarios de la aeronave.
El avión presidencial se adquirió en 2012, durante el último tramo de la administración de Felipe Calderón Hinojosa para uso de su sucesor, Enrique Peña Nieto. Fue adquirida por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) para uso presidencial.
El cargo al erario fue por 217 millones de dólares: 114.61 mdd por el avión, 79 mdd por equipamiento, y 23 mdd por refacciones y accesorios.
El pasado 20 de abril, el contrato de compraventa se formalizó entre el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) de México y el Comité Estatal de Inversiones y Administración de Propiedades Estatales de la República de Tayikistán.
La operación se concretó en 92.1 millones de dólares (mil 658.7 millones de pesos), de conformidad con el valor comercial determinado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).
Boeing 787-8: ostentación y lujos
Tiene capacidad VIP para 80 pasajeros distribuidos en cuatro secciones.
Cuenta con suite presidencial que consta de despacho privado, sala de juntas, recámara con cama king-size, sanitario completo con regadera y caminadora.
Cada asiento incluye pantalla digital personal, sistema de entretenimiento y teléfonos satelitales.
Cuenta con suite privada para telecomunicaciones.
Alcanza velocidad crucero de 1,050 km/h con alcance de más de 15 mil km; llega a todos los continentes del mundo sin necesidad de escalas.
La aeronave estuvo a cargo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
