Colima.- “¿Lo han visto? Díganos algo, lo estamos buscando, Felipe, ¿dónde estás?”, gritó una y otra vez al caminar por las calles del centro de la ciudad de Colima, un hombre de vestir humilde, representando al padre de Felipe Arnulfo Rosas, uno de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos hace cinco meses en Iguala, Guerrero.
Junto a él, una mujer representaba también el dolor de una madre, la incertidumbre de no saber el paradero de su hijo, la tristeza incomparable, el luto permanente… “Devuelvanme a Juanito ¿qué haría si se desapareciera su hijo?”, cuestionaba a las personas que miraban curiosas el contingente de poco más de 50 personas.
Los gritos en Colima, que se unió una vez más a la jornada global por Ayotzinapa, exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas, fueron los ecos de la rabia que sigue presente, del dolor que no se borra a cinco meses de la tragedia… y no se borrará: “Gobierno farsante, que asesina estudiantes”, “no somos todos, faltan 43”, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Al llegar al Jardín Libertad la marcha coincidió con la presentación de un ballet folklórico de la comunidad de Pisila, en el marco del festival Guadalupe López León, y algunos de los manifestantes subieron al templete donde unos jóvenes bailaban: la música contra las consignas, los bailes contra el luto, las pancartas contra el escenario.
Como parte de la acción global, en Colima se clausuró simbólicamente el Palacio de Gobierno, frente a él detuvieron una manta con la leyenda: “Clausurado por ineptitud y corrupción”.
Las personas reunidas en el corazón de la capital, en torno al festival cultural, veían con pasividad y extrañeza las reacciones de los jóvenes, su lucha, sus motivos.
Al final, se leyó el posicionamiento del movimiento, en el que aseguran que no permitirán que un “ya me canse”, un “volteemos la página”, un “no nos estanquemos en Ayotzinapa”, haga caer en el abismo del olvido a los muertos y desaparecidos, además dejaron en claro que ellos no aceptan la ‘verdad histórica’ de la Procuraduría General de la República (PGR).
“Porque ellos le apuestan a la indiferencia y al olvido, nosotros le apostamos a la organización, la movilización y la solidaridad social, ante la perversidad de la omisión y el carpetazo institucional, nosotros, el Frente Colimense en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, declaramos, que ni hoy ni mañana concederemos perdón ni olvido”.
En Colima, Ayotzinapa sigue doliendo.
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