El descanso, dice la psicóloga Fabiola Roja Larios, igual que alimentarse o dormir, “es una necesidad biológica y mental imprescindible después de largas jornadas de trabajo, ya que el cuerpo necesita desconectarse de la rutina y relajarse”.
En ese sentido, dijo que los períodos vacacionales afectan de manera positiva tanto la salud como el rendimiento de todos. “Mientras la gente se sienta descansada y satisfecha, su disposición para el trabajo o el estudio será mejor y su productividad aumentará”.
Para la coordinadora académica de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, “todos los períodos vacacionales son sanos, pues te ayuda para renovar energías que el propio cuerpo reclama”.
Además de mejorar la salud, dijo, períodos vacacionales como el que acaba de transcurrir “sirven para reforzar los lazos familiares o sociales, pasar más tiempo con tus seres queridos, visitar a los que viven fuera del estado, relacionarse con amistades e incluso hacer cosas que por el trabajo y la rutina no se pueden realizar de manera cotidiana”.
Por ser periodos de descanso cortos, añadió, los alumnos no se desconectan del todo de su aprendizaje, sobre todo quienes trabajan con el método ABP (Aprendizaje Basado en Problemas), ya que tienen que investigar y trabajar con casos y objetivos de aprendizaje específicos, por lo que siguen trabajando en vacaciones.
En este caso concreto, agregó, “los estudiantes saben lo que tienen que hacer, pues al inicio del semestre se les entrega el programa junto con su calendario de actividades, por lo que no se atrasan, ya que el programa incluye actividades ligeras para que no se descontextualicen de todo lo que han visto y realizado”.
Para los alumnos, dijo, un período complicado es la primera semana de clases en un nuevo semestre o una nueva escuela, “pero no cuando van a la mitad del semestre, cuando conocen la dinámica de trabajo, están familiarizados con el calendario y ya tiene trazados los objetivos del plan de estudios”.
