Era el fin de los 307 años de Jamaica como colonia británica y nacía un nuevo país independiente.
Este lunes, el lugar será una vez más el epicentro de las celebraciones como sede de la Gran Gala, el punto álgido de las fiestas por el 50 aniversario de la independencia.
Los esfuerzos para transformar el estadio han sido muy intensos, con obreros levantando escenarios y construyendo puestos de comida para las miles de personas que asistirán al evento.
Pero la mayor parte de los jamaiquinos espera que la fiesta comience el día antes en un estadio diferente, el Olympic Park de Londres, donde tiene lugar la final de los 100m masculinos de atletismo de los Juegos Olímpicos.
En los últimos años, Jamaica ha dominado esta prueba, pese a tener una población de menos de tres millones.
Gloria deportiva
Con el campeón mundial Yohan Blake y el vigente campeón olímpico Usain Bolt entre las filas jamaiquinas, las expectativas son muy altas para los 100m.
Edward Seaga, exprimer ministro de Jamaica
«Somos gente orgullosa y estamos emocionados con nuestro deporte. Con nuestra motivación y el ánimo de todo el mundo, no hay nada que nos detenga», dice Asafa Powell, quien tenía el récord mundial de 100m y espera meterse en la final y conseguir una medalla.
En los últimos días, el patriotismo, así como la fiebre deportiva, han subido un escalón.
Las paredes, las farolas, las cabinas de teléfono e incluso los bordillos de las aceras están pintados de los colores nacionales: negro, dorado y verde.
Pero muchos jamaiquinos saben que, lejos de las pistas de atletismo, la nación ha decaído durante los últimos 50 años.
En el momento de la independencia, Jamaica era el país en desarrollo con un crecimiento más rápido de todo el mundo. Tenía las materias primas necesarias para hacer aluminio y, al estar tan cerca de Estados Unidos, se convirtió en un importante destino turístico.
En la actualidad, Jamaica lidia con una deuda nacional de US$19,500 millones -el 140% del PIB.
Usain Bolt en Pekín 2008
«Deberíamos haberlo hecho mucho mejor de lo que lo hicimos», dice el exprimer ministro Edward Seaga.
«La economía está ligeramente mejor que entre 1960 y 1962. Sin embargo, el sistema educativo es prácticamente el mismo y el sistema de justicia penal es mucho peor».
Combatiendo a las pandillas
En las calles, muchos dicen que sus líderes los han decepcionado.
«Necesitamos más empleos para la gente joven y mejores escuelas para los niños», dijo un hombre.
«Los políticos podían gobernar mejor el país, pero tenemos que seguir hacia delante», señaló otro.
Intentar atajar la carga de deuda de Jamaica acabó con sucesivos gobiernos.
¿Capital del crimen?
Los años 80 y 90 fueron testigos del alza de los crímenes violentos relacionados con las pandillas.
En la siguiente década, Jamaica continuó teniendo una de las tasas de homicidio más altas del mundo, con más de 60 casos por 100.000.
Pero tras el estado de emergencia declarado en la capital, Kingston, en 2010, la cifra bajó a 41 por 100.000.
Este año, el crimen general siguió bajando, aunque los asesinatos han vuelto a aumentar de nuevo.
Con más de un millón de jamaiquinos viviendo en la pobreza, algunos acusan a los dos partidos políticos principales, el Partido Laborista Jamaiquino (JLP) y el Partido Popular Nacional (PNP), de poner la política por delante de la gente y el desarrollo.
«Es difícil para los gobiernos llevar a cabo las reformas necesarias porque estas políticas no te conducen al poder», dice Damien King, jefe del departamento de Ciencias Económicas en la Universidad de las Indias Occidentales en Kingston.
King menciona como ejemplo el bajo índice impositivo, con menos del 5% de las empresas de la isla contribuyendo mientras que mucha gente hace malabarismos para sobrevivir en la economía informal.
«Una reforma del sistema de impuestos fomentaría fácilmente el desarrollo y atraería más ingresos para poder estrechar la distancia entre gasto e ingresos», explica King.
Pero, argumenta, los partidos no tienen la voluntad política para adoptar una medida de este tipo.
Escenario mundial
Deseoso de impulsar el crecimiento, el gobierno ha recurrido a las inversiones extranjeras.
China ha invertido cerca de US$500 millones en proyectos de infraestructura. El azúcar, un producto clave de exportación, también ha atraído la atención con inversores chinos comprando refinerías del Estado.
Una compañía farmacéutica de Pekín trabaja en una investigación con plantas medicinales en colaboración con una empresa jamaiquina.
Kingston, Jamaica
El patriotismo y la fiebre deportiva se han desatado en Jamaica en los últimos días.
«Es una gran oportunidad. Tanto China como Jamaica tienen un largo historial en estas plantas medicinales para tratar las enfermedades», señala el Dr. Meng Yang, director de Anticancer Biotech.
«Creemos que podemos ayudarnos a acelerar el descubrimiento de medicinas porque hay un mercado enorme en Jamaica y China».
Los organizadores del aniversario de Jamaica creen que se puede capitalizar el interés en el país.
«El 6 de agosto esperamos que Jamaica gane una medalla y que resuene el himno nacional en la plataforma televisiva más grande del mundo», dice Robert Bryan, organizador de los eventos de ‘Jamaica 50’.
Es, dice, una gran oportunidad para mostrar al mundo lo que Jamaica puede ofrecer.
Conforme las banderas nacionales continúan izándose por todo el país y comienzan las celebraciones, los jamaiquinos esperan que los próximos 50 años sean mejores y, por supuesto, que un jamaiquino traiga a casa una medalla de oro de los 100m masculinos.
Con información dela BBC