La crianza de búfalos de agua recibe este apelativo, es una actividad que, desde que llegaron a México éstos grandes rumiantes en 1991, ha ido en franco crecimiento.
Los búfalos son originarios de Asia y se tiene datos de su domesticación desde hace ya 4 mil 500 años. El objetivo inicial de la crianza de búfalo surge como una alternativa para la tracción animal sustentable en zonas pantanosas, sin embargo, se descubrieron sus bondades genéticas y demostró superar la producción cárnica y láctea gracias a su longevidad, su docilidad en su manejo, así como su adaptación a casi cualquier pasto o forraje existente. (Bubalinocultura de las Americas, s.f.)
Para los productores, este bóvido representa una buena opción de ingreso y generación de empleos, son muy rentables pues sus cuidados son mínimos, otra ventaja es que puede comer casi cualquier hierba, vivir en tierras pantanosas, es dócil cuando se logra domesticar, su engorda no requiere de ningún químico, se enferma muy poco y llegan a vivir hasta 29 años.
Ahora bien, si eres de paladar aventurero y gustas de experimentar con los sabores, el búfalo se presenta para ti como una excelente opción, ya que puedes su carne en varios tipos de corte para asar (sirloin¸ Tbone, Ribeye, New York y arrachera), asimismo molida para hamburguesas o choribúfalo.
En cuanto a su leche podemos decir que tiene 40 por ciento menos colesterol, 55 por ciento menos de calorías y 11 por ciento más de proteína y 10 más de minerales, y de ellas se obtienen, quesos (de los tipos mozzarella, manchego, provolone) así como yogur, crema, helados, y cajeta.
Actualmente en México:
Se cuenta con más de 58 mil cabezas de ganado bufalino en el país
Esta actividad tiene presencia en 29 de las 32 entidades
El mayor crecimiento de ganado bufalino se ha registrado en Campeche, Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz