El campo está lleno de Patria, y en cada rincón de México, dos productos emblemáticos nos hablan del hogar que compartimos: el cacao y el café. Estos cultivos no solo llenan nuestras mesas, sino que también evocan una historia rica y profunda, que refleja la grandeza cultural de nuestra nación.

Cacao: El Fruto Ancestral de México

El cacao es mucho más que un simple ingrediente; es un símbolo de la herencia cultural de México. Su historia se remonta a los olmecas, una de las civilizaciones mesoamericanas más antiguas, quienes lo descubrieron y lo convirtieron en una bebida sagrada llamada xocolatl. Este legado ancestral ha perdurado a lo largo de los siglos, y el cacao sigue siendo un orgullo nacional.

En la actualidad, los estados de Tabasco, Chiapas y Guerrero son los guardianes de esta tradición. México es el 14º productor mundial de cacao, con una producción de 29 mil 047 toneladas en 2023. Además, el cacao Grijalva es uno de los tesoros del país, con una denominación de origen que resalta su calidad y singularidad.

El cacao también tiene un lugar especial en la historia como moneda mexica. Su forma de baya, de un tamaño imponente y su sabor amargo, reflejan la riqueza de la tierra que lo produce. En lenguas indígenas, tiene nombres diversos, como kakaw en maya, cacáhuatl en náhuatl, y biziáa en zapoteco, demostrando la profundidad de su integración en las culturas locales.

Café: El Aromático Orgullo Nacional

El café, por su parte, llegó a México aproximadamente en 1740 a través del puerto de Veracruz y rápidamente se asentó en la tierra mexicana, floreciendo en diversas regiones del país. Hoy en día, el café mexicano es reconocido globalmente por su calidad, especialmente en las regiones de Chiapas, Veracruz y Puebla, aunque se cultiva en 14 estados en total.

En 2023, México produjo un millón 58 mil 862.35 toneladas de café, y el país se destaca en la producción de café orgánico. Este tipo de cultivo [orgánico], que se realiza en 19 mil 743.71 hectáreas principalmente en Chiapas y Nayarit, utiliza compostas orgánicas en lugar de insumos químicos. Esta práctica no solo preserva el medio ambiente, sino que también asegura la salud de los productores y consumidores.

El café mexicano, con su distintivo Orgánico México, es cada vez más valorado en el mercado de cafés especiales. Esta certificación, otorgada por el SENASICA, asegura que el café ha sido cultivado siguiendo prácticas sostenibles, reflejando un compromiso con la calidad y el medio ambiente.

Cacao y café, sabores mexicanos que endulzan la Patria


El cacao es una planta tropical descubierta por los olmecas (por análisis químicos que establecen el uso del cacao a partir del 1900 al 1500 a.n.e.), quienes fueron los primeros en cultivarlo y prepararlo en una bebida llamada xocolatl.

Durante la época colonial, la producción de cacao en México se ubicaba en los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Yucatán, Colima, Jalisco y Nayarit.

En Tabasco, durante el virreinato, esta semilla despertó la codicia de los españoles a tal grado que los chontales y los zoques, que producían el cacao, vivieron en la zozobra durante siglos porque se les pedía a manera de tributo.

En el 2023 se produjeron 29 mil047 toneladas: Tabasco 17 mil 822 toneladas; Chiapas 10 mil 937 toneladas, Guerrero 288 toneladas.

Se llama café o cafeto a un género de árboles de la familia de las rubiáceas, a sus semillas y a la bebida que se prepara con ellas.

Hay más de treinta especies, pero destacan tres: la arábica, la canephora y la liberica.

El café es una parte integral de la cultura mexicana. Se consume tradicionalmente en el desayuno y a lo largo del día.

En algunas regiones, el café se prepara con especias como la canela y se sirve con pan dulce.

En el 2023 se produjeron un millón 58 mi 862 toneladas: Chiapas 391 mil 957 toneladas; Veracruz 253 mil 781 toneladas; Puebla 223 mil 603 toneladas.

Detrás de cada grano de cacao y café hay un héroe invisible, los productores y productoras de México, quienes con esfuerzo y dedicación, mantienen vivas nuestras tradiciones.

Estos #HéroesDeLaAlimentación trabajan arduamente para asegurar que el cacao y el café continúen siendo símbolos de la grandeza cultural del país. Su labor no solo contribuye a la economía, sino que también enriquece nuestras vidas con sabores que evocan el hogar y la Patria.

En cada taza de café y en cada bocado de chocolate, hay un pedazo de México, un recordatorio de la riqueza de nuestras tierras y la herencia de nuestros ancestros. Así que, la próxima vez que disfrutes de estos productos, recuerda el trabajo y la pasión de quienes los hacen posibles.

Porque nuestra Patria es nuestro campo, y en cada rincón de México, el cacao y el café nos recuerdan que estamos unidos por un legado que sigue creciendo y floreciendo. ¡Sabor a México!