Comala.- Uno debe de llegar a la Yerbabuena, comunidad colimense más cercana al Volcán de Colima, para conocer la elaboración del café artesanal que comparte nombre con esta población que reta todos los días al coloso de fuego.
Se recorren poco menos de 30 kilómetros desde el Pueblo Mágico de Comala para encontrarse con la gente que no teme al gigante, son quizá diez las casas habitadas por un promedio de tres personas cada una.
Son los pobladores que se quedaron después de la reubicación de 54 familias, comandada hace más de una década por las autoridades locales, los que se quedaron aseguran que el volcán no les hará daño, siempre ha estado con ellos.
El café del que hablamos crece a más de mil 500 metros sobre el nivel del mar y es recolectado a mano de lugares muy cercanos al Volcán, a apenas unos kilómetros del cráter, incluso en barrancas que han recibido material volcánico.
Los cafetos tienen una ligera capa de ceniza, el pan nuestro de cada día en los últimos meses para todo lo de ahí, por ejemplo, la era donde se secan las cerezas del café es barrida por lo menos una vez al día por este motivo.
La producción de esta empresa es poca, lo que la hace más valiosa, su proceso artesanal le agrega valor y gana también en sabor. La selección de granos es manual, así como su descascarillado, tostado y molido.
Para tostarlo utilizan apenas una olla de barro en un fogón, este proceso se hace en la madrugada para que el sol no interfiera con la temperatura necesaria para que quede en su estado óptimo.
Después de ser molido es empaquetado y sellado, lo viste una etiqueta azul con un logotipo que dice Café La Yerbabuena y tiene como fondo la punta del Volcán de Colima, son como uno solo, el impresionante coloso y el café de altura.
El café en Colima
De acuerdo al Consejo Estatal Cafetalero, los productores de la entidad son mayormente sociales y minifundistas, en lo que respecta a la tenencia de la tierra, predominan los ejidatarios y los pequeños productores.
En Colima hay dos regiones cafetaleras, la primera al norte, en los municipios de Comala, Cuauhtémoc y Villa de Álvarez; y la segunda al suroeste, en Minatitlán y Manzanillo.
De acuerdo a un estudio de potencial productivo realizado por el INIFAP para el cultivo de café en la entidad, existen aproximadamente 6 mil 500 hectáreas, con un potencial alto para la producción de café.
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