Canoas: la defensa contra la depredación minera

Ejidatarios de Canoas, a la defensa de su tierra.

Manzanillo.- En esta tierra se produce el que ha sido considerado como uno de los mejores cafés del país, aunque a la mayoría de los 600 habitantes de esta comunidad dedicada a la actividad agrícola, les paguen en ocasiones la mísera cantidad de cinco pesos por kilo del grano.

Es el Ejido de Canoas en el municipio de Manzanillo, ubicado a 512 metros sobre el nivel del mar y colindante con la zona baja del municipio de Minatitlán.

Son 116 ejidatarios quienes conforman la asamblea de este lugar, en el que todas las personas están orgullosas de su bosque y de su río de aguas cristalinas que forma cascadas en alguna época del año. Sin embargo, ahora ven amenazados los recursos naturales de su tierra porque la empresa minera EVA pretende extraer hierro de su territorio, específicamente de un yacimiento de 4 hectáreas ubicado a 6 kilómetros de donde, entre arboles, se dibujan casas.

“Hay algunos que dicen que la mina les va a ayudar que porque es una fuente de trabajo, pero ellos no entienden que se va a contaminar el río, la vegetación y las huertas de café”, comenta un ejidatario, de los decididos a defender la naturaleza, su naturaleza.

A 100 metros del yacimiento, donde ya comenzaron a talar árboles para hacer las brechas que les permitirán sacar camiones y camiones que se llevarán la esencia de hierro de la tierra, está un ojo de agua que abastece el río del que están orgullosos y que les permite regar sus sembradíos de maíz y café en meses de estiaje.

Exploración, no explotación

En el año 2013, los ejidatarios entregaron un permiso de exploración a la minera EVA, mas no aceptaron que se extrajera hierro, como se pretende hacer ahora sin la autorización de quienes serían los mayores afectados.

“Hubo un permiso de exploración, pero un permiso de exploración no es un permiso de explotación, entonces de ese paso quedaron de presentarse cierta fecha los mineros para saber el sí o el no, la aceptación de explotación, lo que pasó es que no se presentaron”, explica Raymundo Campos, Comisario Ejidal de Canoas.

Por lo tanto, ante la ausencia de representantes de la minera para explicar la situación a la asamblea, en agosto de 2013 acordaron que el ejido rechaza cualquier tipo de actividad minera en su territorio, lo que quedó asentado en el acta correspondiente.

A pesar de esto, los empresarios ya están desmontando para construir caminos.

“Dice en el permiso que es una selva baja, y entendemos que son matorrales de no más de 10 centímetros pero hay árboles grandes, como roble y saucillo, y la minera estaba usando motosierristas”, asegura Mercedes Campos, uno de los ejidatarios.

Los comuneros en defensa, durante tres días mantuvieron bloqueado el camino hacia el yacimiento del mineral, conscientes del daño ecológico que la extracción de hierro representaría para su tierra.

Pero la acción fue detenida este jueves 9 de enero debido a que elementos del Ejército Mexicano se presentaron en la comunidad para conocer la situación además de comprometerse a resguardar la seguridad de los ejidatarios.

La lucha que viene

Sin embargo, la lucha por la defender sus recursos será complicada pues la delegación estatal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha informado mediante un comunicado que los permisos para la mina están en orden.

Por su parte, el diputado Mariano Trillo Quiroz, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, calificó como “desafortunadas” las declaraciones de la Semarnat, sobre que el problema en Canoas era legal y no ambiental.

“La Semarnat de nueva cuenta ratifica permisos para la explotación de las minas, sabiendo que una mina siempre va afectar el medio ambiente y la sociedad”, dijo el legislador.

El 8 de enero el Congreso estatal aprobó por unanimidad un punto de acuerdo en el que se pronuncian en contra de la explotación minera en el Ejido de Canoas.

Con este dictamen exhortan a los titulares del poder Ejecutivo Federal y Ejecutivo Estatal, los Ayuntamientos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, así como a la Procuraduría General de la República sobre el rechazo a este proyecto minero.

Al acecho en todo el estado

Prácticamente un mes antes, aprobaron un exhorto similar en contra de la posible instalación de una mina que extraería oro de la comunidad indígena de Zacualpan, en el municipio de Comala pues representaría un riesgo para miles de ciudadanos de la zona conurbada de Colima-Villa de Álvarez que reciben agua de los manantiales ubicados en esta zona.

Actualmente 10 minas están funcionando en el estado de Colima, además de las 366 concesiones que están en fase de experimentación o esperando a pasar a una ventanilla única para realizar los estudios de cambio de uso de suelo y estudio de impacto ambiental que darían pie a su inminente apertura.

Gabriel Martínez Campos, integrante de la asociación ambientalista Bios Iguana, dijo que en el estado podría extraerse oro, plata, zinc y plomo, con procesos agresivos para el medio ambiente, esto en los 10 municipios de la entidad.

“Hay quienes señalan incluso que la capacidad de extracción del oro en algunas zonas de Colima es de hasta tres veces más que en otros territorios”, señaló.

También denunció que el Gobierno ha favorecido la obtención de estas concesiones.

“Es lamentable que el Gobierno estatal tenga que decir que no conoce, que no está informado, cuando ellos han generado fideicomisos y han estado dando facilidades en un Instituto de Minería para favorecer estos proyectos de inversión”.

Raymundo Campos, el comisario Ejidal de Canoas, tiene los ojos expresivos y las manos recias. Asegura que por ningún motivo se va a trabajar la mina en sus tierras.

“A lo mejor mañana o pasado, nuestros hijos nos lo agradecerán”.

En eso confía.

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