MANZANILLO.- Durante tres días, el cielo se iluminó en Manzanillo y Cuyutlán, con el ‘Segundo Festival Porteño del Papalote’ con diseños gigantes en formas de ballenas, estrellas de mar, pulpos brillantes y superhéroes, evento organizado por la Subsecretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Colima.
En esta segunda edición, cerca de 34 mil personas se congregaron en playas manzanillense y de Cuyutlán, para disfrutar del asombroso espectáculo, que dejó una derrama estimada de un millón 682 mil pesos.
Las y los menores de edad quedaron maravillados con el colorido y formas de los papalotes, mientras que las personas adultas disfrutaron del espectáculo y de la música en vivo.
El festival busca convertirse en una tradición en Manzanillo y tiene como objetivo promover el turismo y la cultura local. Este año participaron 70 papalotes de entre cinco y cuarenta metros de largo, algunos de ellos iluminados.
La encargada de despacho de la Subsecretaría de Turismo, Mayreni Ortega Monroy, destacó la importancia del evento para recuperar espacios icónicos y fomentar el turismo en la región.
La playa Miramar, ubicada en la Bahía de Santiago, proporcionó un escenario ideal. El viento marino constante facilitó la elevación de los papalotes, creando una experiencia visual y auditiva única.
Además del espectáculo aéreo, el festival contó con música en vivo del grupo Zumma Show, que animó durante dos noches. La gastronomía local fue otro atractivo, con puestos que ofrecieron mariscos y antojitos mexicanos.
Para las niñas y los niños, hubo brincolines que disfrutaron de manera segura y divertida.
Este año, la Subsecretaría de Turismo también extendió la exposición de papalotes gigantes a Cuyutlán, en el municipio de Armería, el segundo destino de playa más importante del estado, permitiendo que aún más personas disfrutaran de este espectáculo.
El ‘Segundo Festival Costero del Papalote’ cumplió las expectativas de los habitantes, turistas y autoridades, ofreciendo un fin de semana de actividades recreativas, cultura y música que unieron a las familias en un entorno natural.