Ciudad de México.- Cerca de seis millones de personas enferman al año por transmisión alimentaria (ETA), lo que hace indispensable garantizar la inocuidad en la cadena de producción de alimentos –desde la granja hasta la mesa-, aseguró, Berenice de la Barrera, del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM.
Mejorar los controles que permitan la inocuidad a lo largo de la cadena de producción alimentaria repercutirá positivamente en el comercio, el empleo y la reducción de la pobreza.
En el marco de la primera conmemoración del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos el 7 de junio, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) definieron la inocuidad como la ausencia o presencia, en niveles seguros y aceptables, de agentes peligrosos en los alimentos, de manera que no sean perjudiciales para la salud de los consumidores.
Para Berenice de la Barrera, estos agentes peligrosos pueden ser de naturaleza biológica como bacterias o virus; química como residuos de plaguicidas o física como metales, vidrios, entre otros que dañen el producto en su transporte.
Por ello cada uno de los actores que participan en la cadena de producción debe procurar que la inocuidad llegue a la mesa.
La experta recordó que además de buenas prácticas durante la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, la distribución para cuidar los alimentos, la OMS propone cinco claves para la inocuidad de los alimentos: mantener limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras, usar agua y materias primas seguras.
Con el lema: “Inocuidad alimentaria, responsabilidad de todos”, se plantea que los consumidores de todo el mundo tienen derecho a esperar que los alimentos que compran y consumen sean seguros y de alta calidad.
Este día pretende recalcar que no existe seguridad alimentaria sin inocuidad de los alimentos y que en un mundo donde la cadena de suministro de alimentos se ha vuelto compleja, cualquier incidente adverso relativo a la inocuidad tendrá efectos negativos en la salud pública, el comercio y la economía mundiales.
“La inocuidad es un término que no utilizamos comúnmente; aunque la ONU ocupe la definición seguridad alimentaria (food safety) como un equivalente, y para nosotros seguridad alimentaria represente una connotación totalmente diferente (se refiere al abasto alimenticio, su disponibilidad, acceso y uso de la población y para las generaciones futuras)”, el objetivo es el mismo garantizar alimentos seguros para la población del mundo, concluyó. BP