Las cataratas del Iguazú son un conjunto de cataratas que se localizan sobre el río Iguazú, en el límite entre la provincia argentina de Misiones y el estado brasileño de Paraná.
Están totalmente insertadas en áreas protegidas; el sector de la Argentina se encuentra dentro del parque nacional Iguazú, mientras que el de Brasil se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu.
Fueron elegidas como una de las Siete maravillas naturales del mundo.
En 1984 el sector argentino de las cataratas, el parque nacional Iguazú, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Posteriormente, en 1986, el sector de Brasil, que se encuentra en el parque nacional do Iguaçu, también fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Divididas entre Brasil y Argentina, los saltos están distribuidos a lo largo de 2,7 kilómetros. Si bien menos de la mitad está en territorio brasileño, desde allá se obtienen los mejores ángulos.
Mientras que el lado brasileño encanta, el argentino impresiona: los senderos son más osados, con pasarelas sobre los rápidos.
Un trencito recorre las estaciones y quien logre embarcarse en el primer recorrido, a las 8:30 de la mañana, hará rendir el día.
El mirador más concurrido es la Garganta del Diablo, a 85 metros, donde el río desemboca en un acantilado: un agujero sin fondo por donde sobrevuelan vencejos que viven en las cavidades de las cataratas.
Tanto para el Circuito Superior como para el Inferior que recorre la propiedad, se observan vertiginosas postales sobre alucinantes saltos. Dedica la tarde para perderte por los senderos. El área de selva atlántica facilita el contacto con los animales salvajes: es casi imposible no encontrarse con un coatí.
Con información de travel2latam.com
Fotos LectorAF