Jorge Retamozo, de origen peruano, salía de su trabajo en Nueva York cuando lo interceptó un grupo de jóvenes que lo agredieron sin robarle nada.
Retamozo, residente legal en Estados Unidos, dijo que los jóvenes lo golpearon hasta dejarle heridas en el rostro y en el cuerpo, mientras lo insultaban con comentarios referidos a su origen.
Pero el caso de Retamozo no es el único. Los ataques contra inmigrantes de origen hispano han aumentado, sin embargo, no están siendo registrados ni penalizados, descartando la posibilidad de considerarlos crímenes de intolerancia racial.
Algunos habitantes de los barrios de Nueva York aseguran que la ola de violencia relacionada con la intolerancia racial está creciendo cada vez más y eso los mantiene temerosos. Sin embargo, Saúl López, activista de Make The Road, asegura que no es nada nuevo y que los inmigrantes temen denunciar este tipo de agresiones.
Tal es el ejemplo de dos hermanos ecuatorianos agredidos en Brooklyn hasta matar a uno de ellos. El acusado fue encontrado culpable de asesinato involuntario y asalto en primer grado, pero lo exoneraron por los ataques de intolerancia racial y homofobia.
