China, el principal emisor de gases de efecto invernadero, instó el jueves a los países ricos a hacer más para liderar la lucha contra el cambio climático y ayudar a evitar olas de calor, inundaciones y un aumento del nivel del mar.
En una presentación ante Naciones Unidas antes de una reunión de gobiernos en Alemania del 10 al 14 de marzo, Pekín pidió a los países desarrollados que reduzcan más las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementen la ayuda para que los pobres atajen el calentamiento global.
Deberían «tomar la iniciativa», indicó China en un documento que destacó sus profundas diferencias con Estados Unidos pese a las promesas de una mayor cooperación entre los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo.
Pekín dijo que los países en desarrollo eran los que más hacían para frenar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento.
«Su contribución para los esfuerzos mundiales de mitigación son más grandes que los de los países desarrollados», dijo.
Jennifer Morgan, una experta en clima del grupo de estudios World Resources Institute, dijo que la presentación china mostraba que pocas naciones estaban dispuestas a comprometerse en las negociaciones destinadas a terminar en un acuerdo mundial de la ONU en una cumbre en París a finales de 2015.
«En negociaciones pasadas, los países no han mostrado flexibilidad hasta el final», dijo China, en referencia a la cumbre de 2009 en Copenhague que no logró un acuerdo global.
«Una lección es que no se puede dejar todo para el último momento», agregó.
El clima, con inundaciones en Gran Bretaña y una ola de calor en Australia, ha ayudado a que las negociaciones ganen posiciones en la agenda política de algunos líderes mundiales.
Los negociadores se reunirán la próxima semana en Bonn para tratar de esbozar los elementos de un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto, un pacto de 1997 que obliga sólo a las naciones desarrolladas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estados Unidos y otros países desarrollados dicen que las economías emergentes deben adoptar objetivos claros sobre el dióxido de carbono.