Ciudad de México.- Corea del Sur y China han experimentado nuevos focos de infección de COVID-19, después de haber reducido la propagación del virus.
La ciudad de Seúl, en Corea del Sur se vio forzada a cerrar los bares y clubes al reportarse ayer 34 casos, la cifra más alta desde hace un mes.
La mayoría de las infecciones estuvieron relacionadas con un hombre de 29 años que visitó tres centros nocturnos en la capital antes de que le detectaran el padecimiento.
El presidente sudcoreano, Moon Jae-in, pidió a la ciudadanía no bajar la guardia, aunque señaló que no hay razón para paralizarse de miedo ante la preocupación de un posible rebrote en el país.
Por otro lado, las autoridades chinas reportaron lo que podría ser el comienzo de una nueva ola de contagios.
La ciudad de Wuhan, donde se reportaron los primeros infectados en diciembre pasado, confirmó un caso de Covid-19 desde el 3 de abril, informó el gobierno. Se trata de una transmisión local, no importada, y el paciente está en estado crítico.
Las alarmas se encendieron además en el noreste de China, y una ciudad de la provincia de Jilin fue reclasificada como de alto riesgo, el máximo de un sistema de zonificación de tres niveles.
El sábado se confirmaron 11 nuevos casos en Shulan, todos miembros de una familia.
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