El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, hizo una breve aparición en una corte de Londres el martes y regresará el mes próximo para una audiencia por el intento de extradición de Suecia para interrogarlo por supuestos delitos sexuales.
El experto en computación australiano de 39 años, quien ha enfurecido a Washington al difundir detalles de cables diplomáticos secretos de Estados Unidos en su página web, ha declarado su inocencia sobre las acusaciones por supuesto delito sexual contra dos mujeres.
Assange, vestido con un traje y corbata oscuros, se sentó detrás de una cabina de vidrio en la Corte de Magistrados de Belmarsh de la capital británica, durante una audiencia que duró menos de media hora. El 7 de febrero deberá volver al tribunal.
El australiano dijo que su organización seguirá adelante con la divulgación de los cables, a pesar de la batalla legal que debe enfrentar. WikiLeaks dijo en diciembre que publicaría documentos que apuntaban a «prácticas poco éticas» en un gran banco estadounidense, que se sospecha es el Bank of America.
«Nuestro trabajo con WikiLeaks continúa incólume y vamos a aumentar nuestras publicaciones sobre temas relacionados con el Cablegate y otros materiales», indicó Assange a los periodistas afuera de la corte.
«Aparecerán brevemente a través de nuestros diarios asociados en todo el mundo; diarios grandes y pequeños y algunas organizaciones de derechos humanos», agregó.
Una corte estadounidense ordenó a Twitter que entregue detalles sobre las cuentas de WikiLeaks y varios seguidores como parte de una investigación penal sobre la divulgación de cientos de miles de documentos confidenciales.
«ARRESTO DOMICILIARIO DE ALTA TECNOLOGIA»
La policía británica arrestó el mes pasado a Assange bajo una orden de captura europea emitida por Suecia luego de las acusaciones hechas por dos voluntarias de WikiLeaks.
Después de pasar nueve días preso, Assange fue liberado bajo fianza el 16 de diciembre luego de que sus seguidores recaudaron las 200.000 libras (312.000 dólares) necesarias para el pago.
Se prevé que la audiencia de extradición durará dos días. En el caso de que pierda el caso, Assange podría apelar y los argumentos legales se extenderían durante meses.
Como parte de sus condiciones de libertad bajo fianza, Assange debe permanecer en una mansión en el este de Inglaterra, cumplir un toque de queda, reportarse ante la policía diariamente y utilizar una pulsera electrónica.
El australiano ha descripto las medidas tomadas en su contra como un «arresto domiciliario de alta tecnología».
Las autoridades le permitirán quedarse en un club de periodistas en el centro de Londres el 6 y 7 de febrero para que pueda llegar a tiempo a la corte.