Colima.- Las tres cárceles de Colima presentan deficiencias graves y la calificación que alcanzan es de apenas 5.92, en la escala de 10, de acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), presentado este 12 de abril del 2016.
En 2012, los Ceresos de la entidad registraron una calificación conjunta de 7.01, pero su puntaje ha venido disminuyendo sistemáticamente: en 2013 llegó a 6.74; en 2014 descendió a 6.55; y en 2015 rebasó los límites de la calificación aprobatoria, por lo que se ubica en los estados con ‘focos rojos’.
El Centro de Reinserción Social de Manzanillo es el mejor evaluado con 6.58, le sigue el Centro de Reinserción Social Colima con 6.11, y el que más preocupa a la CNDH es el Reclusorio Preventivo de Tecomán con una calificación de apenas 5.06, aunado a que teniendo una capacidad de 123 internos, alberga a 308.
Tecomán
En Tecomán, la CNDH detectó sobrepoblación, hacinamiento, deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos e insuficiencia en los procedimientos para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.
El informe señala también la inexistencia o insuficiencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del Centro y la necesidad de mejorar las condiciones materiales e higiene de las instalaciones para alojar a los internos.
Hay también insuficiencia de personal, deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias e insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria.
Manzanillo
En Manzanillo destaca la insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos y deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias.
Además deficiente integración del expediente técnico-jurídico de cada interno y deficiencias en las acciones para la vinculación del interno con la sociedad (visita familiar, íntima, comunicación telefónica y biblioteca).
Colima
Por su parte, en Colima la CNDH considera que hay hacinamiento, insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como deficiencias en la alimentación.
Hay también insuficiencia de personal, deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias.
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