Colima.- Con su piel gruesa y escamosa, que funciona como una armadura natural, estos reptiles pueden alcanzar tamaños impresionantes. Algunos superan los cinco metros de longitud. En días recientes, el doctor Sergio Aguilar Olguín, junto con estudiantes de la Facultad de Ciencias Marinas (FACIMAR) de la Universidad de Colima (UdeC) y el Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”, unieron esfuerzos para llevar a cabo un monitoreo a cocodrilos.
Ubicada en la costa de Colima, la Laguna de Cuyutlán es un refugio natural para una gran diversidad de especies, pero pocas generan tanta admiración y respeto como los cocodrilos. Lejos de los mitos que los rodean, estos depredadores no solo son esenciales para la salud del ecosistema, sino que también enfrentan múltiples amenazas debido a la actividad humana y la pérdida de su hábitat.
Por la tarde, a bordo de tres lanchas: “Jacana”, “Águila” y “Pelícano”, la expedición para el monitoreo de cocodrilos contó con la guía de un equipo de expertos: el maestro Sergio Aguilar Olguín, especialista en reptiles y docente de la UdeC y María Cruz Rivera Rodríguez, directora del Tortugario, así como Álvaro Alexander Estopín Robles y Boris Khazina, responsables de los departamentos de Educación Ambiental y del Programa de Tortugas Marinas, respectivamente, de dicho centro ecológico.
También participaron estudiantes de la Licenciatura en Oceanología de la FACIMAR junto al equipo de producción de Origen Informativo y Prensa de la Universidad de Colima.
En entrevista con la doctora María Cruz Rivera, directora del Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario” y docente por horas en la UdeC, dijo que desde 1992 iniciaron las actividades para conformar este centro, y que a partir de un convenio con la Universidad de Colima comenzaron a invitar estudiantes a realizar proyectos de investigación para licenciatura, maestría y doctorado.
Gracias a este acuerdo, desde hace años trabaja con proyectos cuyos beneficios han logrado que todas las lagunas de Cuyutlán sean monitoreadas por las facultades de Ciencias Marinas (Manzanillo) y Biológicas y Agropecuarias (Tecomán).
Sergio Aguilar, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la UdeC y coordinador de investigaciones en el Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”, con especialización en manejo de fauna silvestre y estudios a nivel ecológico, especialmente en ecología poblacional de cocodrilos, recordó que en 2010 comenzaron a realizar los primeros monitoreos, capacitaciones y rondines en las lagunas, porque la información que existía sobre la fauna de la región era muy escasa.
Dijo que es importante conocer la población de los cocodrilos y sus características por su papel en la ecología. “Son depredadores que controlan otras poblaciones y a vez mantienen un orden en el ecosistema”, aseguró. Recordó también su importancia económica, ya que actualmente está permitido comercializar su carne y su piel.
Peligros para estas especies
En cuanto a las amenazas que enfrentan los cocodrilos, Aguilar Olguín señaló que la principal es la pérdida de hábitat, provocada por el crecimiento urbano, turístico e industrial en nuestro estado. Como consecuencia de este desarrollo, los cocodrilos pierden cada vez más espacios naturales donde solían habitar.
¿Quién cuida a los cocodrilos?
Sergio contó que las UMA, es decir, las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, son buenas estrategias de conservación que podrían ayudar no solo a recuperar una especie que está protegida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, dentro de la norma oficial 059, sin que también mantendría las poblaciones naturales y beneficiaría el manejo y uso de la especie.
“Existen estas normas y eso quiere decir que son aplicables, que son monitoreables y pueden entregar buenos resultados para que las poblaciones de cocodrilos y toda la naturaleza en general pueda conservarse”, agregó.
El monitoreo nocturno
Una vez en las lanchas, el equipo de expertos, expertas y estudiantes se dedicó a la observación, registro y análisis de la población de estos reptiles en su hábitat natural. Durante la jornada, la noche fría, oscura y sin luna sirvió de cobijo para los excursionistas. A la intemperie, en plena laguna, lograron avistar más de treinta cocodrilos de río (Crocodylus acutus) flotando en el agua, con los ojos ligeramente rojos asomando justo sobre la superficie.
Sergio Olguín explicó que actualmente la especie se encuentra en temporada reproductiva. Machos y hembras viajan a un brazo específico de la Laguna de Cuyutlán para aparearse y posteriormente poner sus huevos. Durante la expedición, el especialista mostró este brazo importante de la laguna, que se nutre del agua dulce del Río Armería, donde hacen nido cocodrilos de hasta 3 y 4 metros de longitud.
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Marinas, junto al equipo de especialistas, llevaron a cabo el pesaje de cuatro hembras y un macho. En una tabla registraron la longitud total, el tamaño del hocico, del cráneo, la mano, la pata y la cloaca, es decir, la abertura vertical que se encuentra en la parte inferior del animal y que recibe los desechos. También se contaron las cervicales (vértebras que forman parte del cuello), las dorsales (el dorso de los cocodrilos está cubierto de escamas) y las crestas, dobles y simples, también conocidas como la carnosidad sobre la cabeza.
Además, se mostró al alumnado cómo se suben a las lanchas y cómo se liberan los cocodrilos tras realizarles las mediciones.
Las y los estudiantes que acompañaron al doctor Sergio en la excursión fueron José Gerardo Vargas Valencia, Venus Rivera Escareño, Karla Jetzamanit Juárez Vargas, Sebastián Lupián Peña, Karla Yulissa Guzmán Leal y Daniela Sacnité Velasco Ortiz, quienes coincidieron en que el monitoreo fue una experiencia inolvidable, porque conocieron más sobre esta especie que siempre les ha parecido interesante. Aunque para algunos de ellos se trató de la segunda experiencia, para otros fue la primera vez que tuvieron a un animal de este tipo tan cerca.
Finalmente, ambos doctores, Sergio y María Cruz Rivera, invitaron a la comunidad universitaria y población general a visitar el Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”, donde se encuentran otras especies además de cocodrilos como tortugas e iguanas. Pueden conocer sus horarios en la página de Facebook de dicho centro o en la página web: https://tortugariocuyutlan.com/
Esta excursión académica es un ejemplo del trabajo de vinculación que la Universidad de Colima, a través de su Facultad de Ciencias Marinas, realiza en favor de la educación ambiental. En esta ocasión, el esfuerzo se centró en el estudio de los cocodrilos, reptiles que han habitado la laguna durante siglos y que desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico de este ecosistema. (Texto: Julieta Alcaraz/ Fotos: Edwin Rolón y Julieta Alcaraz).