Reunidos en la sala de protocolo de rectoría, Guillermo Cossío Díaz, coleccionista privado y el rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, firmaron un contrato-donación mediante el cual el primero cede a la institución, sin costo alguno, un acervo videográfico de 1 mil 200 títulos de diferentes géneros, épocas y países.
El acervo, comentaron antes de la firma del documento, forma parte de un proyecto mayor que incluye la proyección de películas clásicas en el cine del Museo Regional de Historia; de cintas para adolescentes y niños en el foro “Pablo Silva” y de un cince-club en la Pinacoteca. Además, se hará una curaduría para armar ciclos por autores, por épocas o géneros, a cargo del propio Guillermo Cossío y de los videoastas Roberto Levy y Camilo Gutiérrez.
La idea, comentó luego Guillermo Cossío, es generar conocimiento a partir de la discusión dirigida de las cintas y ofrecerle a la población en general y a los alumnos de esta casa de estudios y de otros planteles, un contexto que les ayude a entender y disfrutar más cintas difíciles o que por su distancia en el tiempo no le digan mucho al espectador actual.
El rector Hernández Nava, en nombre de la Universidad, agradeció al coleccionista “por su espíritu altruista, porque no es cualquier cosa lo que estás donando, sobre todo porque esto va a incrementar el que tengamos más gente que se involucre con el cine”.
El acervo se incorporará al catálogo del SIABUC (Sistema Integral Automatizado de Bibliotecas de la Universidad de Colima) para que pueda ser consultado en línea y en dos o tres meses más, se planea iniciar con los ciclos de cine, en los que Hernández Nava pidió darle siempre su crédito al donante.
Para el rector, esta colección de cintas, muchas de ellas difíciles de encontrar en el mercado, ayudarán a formar más gente en el mejor conocimiento del cine.
En entrevista posterior, Guillermo Cossío dijo que desde que compró la primera de estas cintas, hace más de quince años, pensó en crear él mismo un cine-club, pero por lo complicado de su trabajo, que se relaciona con el diseño de arte en varias películas, nunca tuvo el tiempo suficiente, por lo que pensó donar su acervo a la UdeC, ya que vivió parte de su juventud en Colima, “una tierra que me dio mucho”, y porque esta casa de estudios “es el órgano rector de la educación en el estado y a través de ella se puede llegar a mucha más gente, no sólo a los estudiantes”.
A finales de los ochenta, dijo, entró en contacto con una colección de 400 películas de las llamadas de arte, en formato beta, a través de la cual “me di cuenta de que había un cine diferente que no era fácil de conseguir y que te da una lectura de la vida un poco diferente a lo que llegaba normalmente”.
Ese cine, añadió, “es una gran ventana, sobre todo para la gente que no puede salir del estado por cuestiones de economía, ya que a partir de lo visual puedes ir adquiriendo conocimiento históricos, geográficos y humanos que no están fácilmente al alcance. Y eso es lo que quiero lograr con esta donación, que la gente se enseñe a ver cine y que tenga otra visión del mundo”.
Su propuesta también es que la UdeC integre su propia filmoteca para que la gente en general y los alumnos de cualquier carrera, sepan qué cintas son las importantes, por qué, y que complementen su formación con películas de temas cercanos a su profesión.
Comentó, por último, que estas cintas pueden conseguirse en Netflix o plataformas similares, pero la idea de la donación de este proyecto, es que haya una curaduría para que los interesados “puedan entender y disfrutar más, especialmente con directores que no son tan sencillos o de tu época y que no es obligatorio que los conozcas; y eso, ofrecerte herramientas para acceder al buen cine, no te lo da una plataforma de internet”.
Además, dijo, la idea es ver las películas en pantalla grande.
Como las cintas tienen derechos de autor, no se está pensando en un fin de lucro sino en una propuesta cultural. Dice que seguirá donando más películas y que su pretensión sería, en unos meses más, iniciar el proyecto con cine de época o con las primera películas exhibidas en Colima en 1913.
Acompañaron al rector el coordinador general de Extensión, Fernando Macedo y el abogado general de la institución, Elías flores.