Colima.- Desde junio de 2015, el Gobierno de Colima a través de su Secretaría de Fomento Económico, anunció la creación de un proyecto para que la sal de Cuyutlán obtuviera la denominación de origen, y con ello, la sal que se produjera en la entidad y cumpliera con los requisitos marcados, obtendría un valor agregado frente al mercado nacional e internacional.
Este proyecto sigue en espera de concretarse, así lo afirma Abraham Magaña Ávalos, Secretario de la Cooperativa de Salineros de Colima, al detallar que el proceso legal es llevado por personal jurídico de la Universidad de Colima y del Gobierno del estado.
“Se está dándole curso para su terminación, hay algunos documentos que están detenidos, no es por cuestión de nosotros sino de la institución que da el visto bueno, la Universidad nos va a determinar lo que nos hace falta para nosotros proseguir con el trámite”.
La tardanza del proceso, afirma, se ha debido en parte a la falta de recursos económicos para realizar investigaciones y trámites, mismos que son necesarios para demostrar las características únicas de la sal de Colima.
“Seríamos los únicos productores de la sal colima, nadie más podría llamar a su producto Sal Colima, sólo nosotros, y tendría valor agregado (…) pero sí se necesitan recursos económicos que yo siento que el gobernador tiene que inyectar dinero para que salga a flote la denominación de origen de la Sal Colima, no es tan caro, pero sí se necesitan procesos que requieren de dinero, como investigación de campo, trámites y más”.
Magaña Ávalos pide la intervención del Gobierno del Estado para agilizar la obtención de la denominación de origen.
“Queremos que el Gobernador intervenga para que se siga el proceso de la denominación de origen, tendría un valor único, su calidad culinaria es milenaria y el proceso artesanal con que se elabora es lo que nos ha dado la pauta para que la sal de Colima sea mejor que la de otros lugares”, añadió.
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