Colima.- A 91 días de que fueron vistos por última vez, solo se tiene la certeza de la muerte de Alexander Mora, uno de los 43 jóvenes estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
La angustia de sus padres, familiares y amigos se ha alargado durante tres meses de protestas que inundaron, no solo el país, sino también varias ciudades del extranjero, con una consigna: la presentación con vida de los otros 42.
Esta ola de inconformidad que tambaleó las instituciones del Estado mexicano llegó al estado de Colima, que ha sido escenario de varias marchas.
La primera se registró el 16 de octubre, con una movilización encabezada por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEC).
Ahí, los manifestantes de Colima marcharon a la delegación de la PGR portando pancartas para exigir un alto a la violencia contra los estudiantes y también para demandar la aparición con vida de los normalistas.
Durante varios días, estudiantes y medios de comunicación habían criticado el silencio que había guardado la FEC y su falta de solidaridad con la tragedia de los estudiantes guerrerenses.
El 22 de octubre, la manifestación se volcó en peticiones al Gobierno del Estado de Colima para unirse en la exigencia de justicia: “Colima escucha esta es tu lucha”, exclamaban los jóvenes mientras marchaban.
Casi un mes después, el 21 de noviembre hubo una marcha histórica para la entidad, donde cientos de personas participaron exigiendo justicia por los entonces 43 desaparecidos.
El contingente, caminó por la calle Constitución, continuó por Zaragoza, llegó al Jardín Núñez y siguió hasta Palacio de Gobierno, donde realizaron un mitin.
El 1 de diciembre los colimenses se manifestaron de manera pacífica en el ingreso a Palacio de Gobierno en demanda de justicia ante distintos crímenes de estado que han marcado la historia de México y solicitaron la renuncia del Presidente, Enrique Peña Nieto.
Los marchantes quemaron piñatas que asemejaban al presidente Peña y al gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno.
Finalmente, el 12 de diciembre, una vez más, agrupaciones activistas y defensores de los derechos humanos salieron a las calles de la capital para exigir justicia.
El escenario fue el jardín Libertad del centro de Colima, allí se reunieron estudiantes, profesores y ciudadanos que recordaron el hecho sucedido en el sur del país.
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