COLUMNEJA

UN CAMBIO QUE PREOCUPA

Por: Hugo Sandoval Ramos

En casi veinte y cinco años, al menos son seis los cambios que se han dado en la Administración Portuaria Integral de Manzanillo y en ninguno de los casos se anuncio con tanta antelación el relevo, ni mucho menos se supo de quienes estaban candidateados para ocupar tal puesto.

 

Los cambios se han dado de manera sorpresiva y en algunos casos el destituido es el ultimo en saberlo, como en el caso de Héctor Mora y de José Luis Iberri. Hoy en dia José Julián Dip Leos ha sido removido de su cargo y hecho supuesto candidato para un puesto de elección popular en su natal San Luis Potosí desde hace mas de un año, lo que pareciera que son otros los que están escribiendo la historia personal de Dip Leos y encauzando su destino.

Tal parece que la presión por obtener esa posición y la necesidad de tener a alguien de confianza para operar los próximos tiempos electorales a favor de un partido que ha ido perdiendo terreno en Manzanillo y en el estado en general ha cambiado las reglas del juego, y de los rumores se esta construyendo un hecho inminente que bien podría tener otro origen, otro transfondo y consecuencias que no son para nada del agrado de quienes ostentan el poder estatal y municipal en la actualidad.

Los personajes que encabezan una dirección, una gerencia o un puesto público de ninguna manera se eternizan en sus posiciones, no hay puestos eternos. Además, la variedad de puntos de vista y la visión diferente de quienes toman la estafeta, en muchos de los casos enriquece e innova la operación de la dependencia, por lo tanto no tiene mucho de negativo el que se cambie a las personas que encabezan las instituciones, el problema se genera cuando a todas vistas la remoción y el nombramiento tienen mas de política que de conocimiento, tema en el que se ha estado polemizando por el anuncio, no oficial, del nombramiento de Enrique Michel Ruiz, como el próximo director de la API de Manzanillo, asunto que ha dado mucho de que hablar en los días anteriores. Sin embargo la mayor reticencia de tal nombramiento no oficial, proviene de la capital del estado, en donde dirigentes de cámaras empresariales, políticos y uno que otro analista  desestiman que dicho nombramiento sea acertado en lo mas mínimo, cosa que no sucede en Manzanillo de manera general, en donde los actores portuarios no aprueban al cien por ciento al supuesto nuevo director de la API, pero tampoco lo reprueban antes de que llegue y hasta celebran el que por primera vez un colimense sea el encargado de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo. Lo que a todas luces nos muestra el asunto político a favor y en contra del cambio en puerta.

La percepción es que los mas preocupados de la llegada del panista colimense a la API, son los políticos priistas que en un momento dado podrían ver eclipsados sus informes de gobierno en donde las obras de Manzanillo que anunciarían serian precisamente las que esta financiando la API dentro de ese esquema retorcido de las obras de compensación, como si fuera la única vez que las instalaciones portuarias han afectado a la población y siempre hubiese existido una convivencia o una vinculación entre puerto y ciudad envidiable ante los demás destinos portuarios marítimos del país. No, la API desde hace mucho tiempo que debió haber establecido una compensación permanente a la ciudad por las molestias que hacen pasar a la población porteña, por el trafico de carga pesada que de manera desmedida están en las calles poniendo en peligro a la población o simple y sencillamente la transformación de diversas áreas urbanas que han afectado y afectaran a la población de una u otra forma; pues bien, el asunto es que si el siguiente director de la API es panista, probablemente anunciaría y machacaría continuamente que las obras las hace esa dependencia con recursos federales en donde solo interviene la aceptación y revisión por parte de la autoridad municipal.

Si lo que viene es un error, las consecuencias serán fatales en un área en donde somos líderes y un futuro progresista, además los tiempos no son para experimentar y ver si el elegido da el ancho, lo cual debe ser tomado en cuenta por quien tiene la facultad de designar e imponer aun contra la voluntad del propio coordinador de puertos y marina mercante que al menos mediaticamente ha expresado su oposición de que se realice algún cambio en la paraestatal, sin que hayan sido escuchados sus ruegos y deseos.

Por lo pronto las dos posiciones de mayor importancia que tienen que ver con el puerto tendrán cambios, uno forzado, como es el caso de la capitanía de puerto por la detención de su capitán por los motivos conocidos y el otro en la Administración Portuaria Integral, en donde se habla de ciclos terminados, de acomodos necesarios para preservar el poder en manos de un partido o simple y sencillamente para hacer contrapeso al poder tricolor que impera en el estado.

Mientras todo se da, que le vaya bien a uno y bienvenido al otro, que tiene mucho que hacer, sobre todo en la conclusión de muchos pendientes que van desde el muelle turístico, hasta la logística de la nueva etapa del puerto, además de sortear todos los problemas sociales que hasta ahora, se habían controlado, pero que, al haber otra cara al frente, algunos lideres aprovecharan para solicitar abastecimientos económicos a cambio de la paz y la tranquilidad.

 

hugosandoval_ramos@prodigy.net.mx

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí