El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió el lunes una serie de tuits donde expresó su ira contra sus aliados en la OTAN, la Unión Europea y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tras una áspera reunión del G-7 en Canadá.
La creciente disputa por el comercio entre Washington y algunos de sus socios más cercanos ensombreció los esfuerzos de Trump para hacer historia el martes en unas conversaciones nucleares en Singapur con el líder Kim Jong Un de Corea del Norte, uno de los principales enemigos de Estados Unidos.
Luego de abandonar la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) antes de tiempo, Trump anunció que se retiraba del comunicado conjunto en lo que parecía ser un frágil consenso sobre la disputa comercial entre Washington y sus principales aliados.
“El comercio justo ahora se llamará comercio tonto si no es recíproco”, dijo Trump, quien voló desde Canadá a Singapur para una reunión con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
“Perdón, no podemos dejar que nuestros amigos, o enemigos, se aprovechen de nosotros en el comercio ¡Debemos poner primero al trabajador estadounidense!”, agregó.
El comunicado, que había parecido disimular las grietas tan inusuales surgidas en el G-7, dijo que los líderes de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Japón acordaron en la necesidad de un “comercio justo, libre y mutuamente beneficioso” y destacó la importancia de combatir el proteccionismo.
“Nos esforzaremos por reducir los aranceles, las barreras comerciales y los subsidios”, dijeron los jefes de Estado en su comunicado, que fue redactado pese al aparente intento de Washington por tomar medidas comerciales más punitivas.
El extraordinario arrebato de Trump del lunes contra aliados de la OTAN, la UE y Canadá parecía destinado a tocar una fibra sensible de los votantes que apoyan su agenda de “Primero Estados Unidos”.
Al mismo tiempo, sin embargo, puso a Trump en una posición de asistir en desacuerdo a una cumbre crucial con países que necesita tener de su lado para presionar a Corea del Norte para que desmantele un arsenal nuclear que amenaza a Estados Unidos.
“¡No es justo para la gente de Estados Unidos! Un déficit comercial de 800.000 millones de dólares”, dijo en Twitter. “¿Por qué debería, como presidente de Estados Unidos, permitir que otros países continúen generando enormes superávits comerciales, como lo han hecho por décadas, mientras que nuestros agricultores, trabajadores y contribuyentes pagan un precio tan grande e injusto?”, agregó.
El Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, elogió a los países europeos por ayudar a lograr la cumbre con Corea del Norte, aludiendo a su imposición de sanciones contra Pyongyang. Y expresó confianza en que las relaciones de su país con otras naciones del G-7 continuará avanzando, pese al desacuerdo del fin de semana en Canadá.
“Siempre hay molestias en las relaciones”, dijo a periodistas Pompeo, quien rechazó como “ridícula” la noción de que Kim decidiría no confiar en Estados Unidos debido a la disputa en el G-7.