La pequeña localidad estadounidense de Newtown, en Connecticut, encaraba el lunes los primeros dos de los 20 funerales de los niños que murieron la semana pasada asesinados en sus aulas, mientras el resto del país retomaba la actividad escolar con una seguridad reforzada.
A pocas horas del inicio de la jornada escolar, se declaró el cierre de escuelas en dos pueblos cercanos en Connecticut y Nueva York. En Nueva Jersey, los anuncios de la mañana en una escuela secundaria incluían una advertencia sobre no dejar que extraños ingresen en el edificio.
En Ridgefield, Connecticut, todas las escuelas fueron cerradas el lunes ante el aviso de la presencia de una persona sospechosa que podría estar armada, dijo el lunes la policía.
«Estamos buscando a una persona sospechosa en una escuela primaria», dijo un operador policial en el departamento de policía de Ridgefield, pueblo que está ubicado a unos 30 kilómetros de Newtown.
En tanto, las escuelas de Newtown permanecían cerradas el lunes, el primer día hábil desde que un joven armado de 20 años acabara con la vida de 28 personas, incluidas la de su madre y la suya.
Los pequeños féretros marcaban el inicio de los funerales en los que se dará sepultura a 20 niños y seis adultos asesinados el viernes en un tiroteo en la escuela de educación básica Sandy Hook. Noah Pozner y Jack Pinto, ambos de 6 años, serán los primeros inhumados el lunes por la tarde.
Sus funerales llegan un día después de que el presidente Barack Obama visitara Newtown para brindar sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Las declaraciones de Obama el domingo en Newtown, en las que remarcó que el joven de 20 años que perpetró el ataque actuó con un «mal sin escrúpulos», fueron elogiadas por la familia de la docente Victoria Soto, de 27 años, quien falleció cuando intentaba proteger a sus alumnos de primer grado.
«Realmente nos hizo sentir como si ella verdaderamente fuese una heroína y que todos deberían conocerla», dijo el lunes su hermano, Carlos Soto, a la cadena CBS.
Todos los niños asesinados en la escuela elemental Sandy Hook tenían 6 ó 7 años. La directora de la institución, la psicóloga y cuatro docentes también murieron en el tiroteo.
Noah, con sus 6 años cumplidos el mes pasado, fue la víctima mortal más joven. El rabino de la familia ha contado que ha tratado de animar a la madre pidiéndole que se centre en sus otros cuatro hijos.
Jack, que también tenía 6 años, era un amante de los deportes. El jugador de los New York Giants Victor Cruz disputó el partido de fútbol americano del domingo con el nombre del niño en sus botas y en sus guantes.
Las víctimas fueron homenajeadas el domingo en una ceremonia que duró poco más de una hora en la que Obama ofreció palabras de esperanza y promesas de acción para evitar más tragedias.
«Tenemos una responsabilidad con cada niño (…) Ese es nuestro primer deber. Si no hacemos eso bien, entonces no hacemos nada bien», afirmó Obama en el abarrotado auditorio de la escuela secundaria de Newtown, donde muchos rompieron a llorar cuando leyó los nombres de las víctimas.
En Newtown, académicos y expertos se reunían para decidir cuándo reabrirían las puertas de las escuelas. El distrito ha dicho que los docentes necesitan tiempo para prepararse para el regreso de los estudiantes.
En lugar de ello, los grupos deportivos juveniles de la localidad han preparado un día de actividades para mantener a los chicos ocupados, con atletismo, juegos de mesa y manualidades.
La comunidad local también tendrá que tomar una decisión sobre la suerte del edificio de la escuela Sandy Hook, cuyos estudiantes irán a clase, de momento, en una escuela vacía en un pueblo cercano.
«Creo que tenemos que volver a ese edificio en algún momento. Así es como se supera. No tiene que ser inmediatamente, pero yo desde luego no quiero abandonarlo», dijo el vecino Tim Northrop.
DETALLES DE LA MASACRE, TESTIGOS CLAVE
Con el paso del tiempo se van conociendo más detalles sobre el impresionante ataque perpetrado por Adam Lanza, un joven de 20 años.
Tras matar a su madre, Nancy Lanza, en casa, acudió al colegio en el que había estudiado de niño, según antiguos compañeros, armado con cientos de balas en cargadores de unas 30 balas cada uno para su rifle Bushmaster AR 15 y dos pistolas. Además, tenía un arma corta que dejó en el coche que aparcó fuera. Luego de efectuar la masacre, el joven se suicidó.
Las autoridades que investigan la masacre están interrogando a dos adultos que resultaron heridos en el tiroteo y sobrevivieron, dijo el lunes la policía estatal de Connecticut.
Los dos sobrevivientes son considerados testigos clave que podrían ayudar a la policía a reconstruir los pasos del hombre armado que abrió fuego, afirmó durante una conferencia de prensa el teniente de la policía estatal J. Paul Vance.
En Washington, un legislador pro-armas instó al Congreso y a la industria de armamentos a coincidir en un «enfoque sensato y razonable» para limitar las armas de asalto de alto poder como las usadas en Newtown.
«Nunca antes hemos visto a nuestros bebés ser asesinados. Esto nunca pasó en Estados Unidos, que pueda recordar; jamás hemos visto este tipo de carnicería», dijo el senador Joe Manchin, demócrata de Virginia Occidental. «Esto ha cambiado adónde vamos de aquí en más», agregó. {jathumbnail off}