A Propósito
Por: Fernando MORENO PEÑA
A casi un año de iniciado el proceso para la renovación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima, (CEDH), no ha sido posible designar a quien deberá asumir la presidencia de dicho organismo para un nuevo periodo.
El desaseo y la ilegalidad han sido las causas que han prolongado por un año este procedimiento, el deseo de imponer a recomendados a modo, de violar la ley, de acordar en lo obscurito y la disputa de los grupos minoritarios en el Congreso, han sido los factores que han impedido culminar el proceso.
Contra lo anterior, diputados de los diversos partidos han celebrado una serie de alianzas, unas temporales y otras más permanentes para impedir, como ha sido, por fortuna, la imposición y la ilegalidad.
El diputado Vladimir Parra, cumpliendo instrucciones de sacar a como diera lugar la votación en favor de María Elena Adriana Ruiz Visfocri, ha fracasado al incluirla en dos ternas rechazadas ya en cuatro ocasiones. En la primera terna, puesta a votación dos veces, la propuesta de Vladimir Parra no alcanzó la mayoría calificada que la ley establece, obteniendo en ambas ocasiones únicamente 16 votos, el 29 de agosto de 2019.
En la segunda terna, el diputado Vladimir, violando el espíritu de la ley, incluyó por segunda ocasión en una terna a su recomendada, Ruiz Visfocri, que en la tercera y cuarta votación de la segunda terna obtuvo únicamente 7 votos; o sea, 9 menos que en las dos primeras votaciones de la primera terna, ello ocurrió el 1 de febrero.
María Elena Adriana Ruiz Visfocri tiene una carrera jurídica amplia y es conocedora del Derecho; en lo personal, no me sumó ni hago coro de los comentarios negativos que como abogada, y como mujer hacen un buen número de colimenses.
Lo que si crítico, es el procedimiento viciado que sus promotores han utilizado para pretender imponerla, inútilmente, ensuciando el proceso y cada vez con más muestras de ilegalidad, prepotencia y soberbia por parte de quienes la promovieron.
Primero, no hubo una consulta a los ciudadanos o a las organizaciones, todo el proceso se inició en lo obscuro y dentro de la estrategia del agandalle y del madruguete, que no es culpa de quien fue promovida si no de quienes lo intentaron con el afán, cierto o equivocado, de controlar la Comisión de Derechos Humanos y lo peor, buscar a alguien para enfrentar al gobierno del Estado, como lo declaró el diputado Vladimir Parra.
Lo dije aquí hace cinco meses (septiembre 10 del 2019)
“Un nuevo escándalo surge cuando la mayoría de Morena en el Congreso Estatal pretendió sin éxito en dos votaciones imponer como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos a la licenciada María Elena Ruiz Visfocri, y al no alcanzar en dos ocasiones la mayaría calificada pretenden hacerlo en un tercer intento, violando la convocatoria, la ley y haciendo caso omiso al dictamen de la comisión que hizo la evaluación de los perfiles de idoneidad y capacidad para dicho cargo conforme la ley lo establece”.
La mayoría grosera de Morena desestimó de manera obscena a los mejores calificados por la comisión legalmente establecida con el grosero argumento que el dictamen no era vinculante y no obligaba a tomarlo en cuenta. No incluyendo en la terna a los más calificados, ésta fue integrada al gusto y al contentillo de los intereses de Morena y de personajes de la política local que han sido denunciados por aprovechar los cargos federales en beneficio propio.
La diputada federal Claudia Yáñez denunció la intervención de la delegada federal, Indira Vizcaíno, en la vida interna del Congreso del Estado, acusando que pretende imponer a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos vinculada con el señor Arnoldo Vizcaíno, padre de la super delegada federal.
Sobre esto, la delegada Indira Vizcaíno rechazó las acusaciones y consideró una falsedad que ella intervenga en imponer a la Licda. María Elena Ruiz Visfocri.
El coordinador de Morena, Vladimir Parra, le da la razón a la Diputada Federal Claudia Yáñez y desmiente a Indira Vizcaíno al afirmar y reconocer: Que Ruiz Visfocri “es una luchadora social y abogada de Arnoldo Vizcaíno Rodríguez”, padre de la delegada federal de Programas Sociales en el Estado, Indira Vizcaíno.
“Sin embargo, en este tema no existe conflicto de intereses”.
Además, el diputado Vladimir Parra declaró que ella era la persona idónea para el cargo porque era enemiga del gobernador del Estado.
No fueron incluidos en las dos primeras ternas las personas que alcanzaron la más alta calificación en la evaluación interna que hicieron los diputados, violando el principio, de incluir a los más capaces y mejor calificados en el tema.
La paridad de género
Ante el fracaso por imponer a la recomendada de ya saben quien en Colima, el diputado Vladimir decidió sacar la votación en favor de quien es su verdadera recomendada, la Licda. Guadalupe Quijano García, al conformar una terna en la que incluyeron solo mujeres, Érika Guadalupe Romero Contreras, promovida por el diputado Rogelio Rueda y para completar la terna femenina se propuso a Guadalupe Hinojosa Cisneros, con el argumento no legal, de que debería de ser una mujer, pero con la clara intención de dejar fuera a varones que obtuvieron la más alta calificación.
O sea, ante el fracaso de imponer a la candidata de Indira Vizcaíno, ahora, libres ya de ese compromiso, Vladimir Parra y Rogelio Rueda promueven cada quien a su propia candidata y para lograrlo, dejan fuera a los varones.
Con el argumento de la paridad de género, y de que siempre los presidentes de la CEDH han sido varones, por paridad de género ahora deberá de ser una mujer, lo cual no está establecido en la ley, es una chicanada y una ilegalidad que no resiste el más elemental análisis jurídico.
La paridad de género es igualdad en la ley para hombres y mujeres, no únicamente para mujeres, la ley no establece que después de un presidente de la CEDH varón deba seguir una mujer, establece que el procedimiento para designar quien presida se debe observar la paridad de género; o sea, que deben ser ternas que incluyan a hombres y mujeres, pues postular únicamente mujeres viola la paridad de género en perjuicio de los varones.
Para consolidar la presencia de las mujeres en los cargos públicos e ir superando el rezago en que se encuentran respecto de los varones, en los cargos de elección o designación, se recomiendan medidas afirmativas, para hacer realidad la paridad de género en favor de las mujeres, incluyendo cuando sean números impares en las propuestas una mayoría de mujeres, en propuesta de tres, como es el caso, pueden ser dos mujeres y un varón, de no ser así, se estaría violentando la paridad de género y cualquier varón interesado puede judicializar el proceso y prolongarlo más tiempo con la certeza de que la resolución judicial deberá de ser el que se incluya un varón.
Recordemos que el actual presidente de la comisión, Sabino Herminio Flores Arias, no fue propuesto en la terna original hace casi cuatro años, también propusieron puras mujeres, logró entrar a la terna por que interpuso un amparo y ganó, fue incluido y ganó la votación; o sea, no aprenden.
Las tres damas de la terna son respetables y tienen los requisitos de legalidad requeridos, son conocedoras del tema de los derechos humanos, pero el problema es que sus promotores, ensucian el proceso y las afectan.
Los vicios en la elección de la presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra, han nulificado su actuación, porque no cumplió los requisitos y se robaron dos votos, aquí pretenden seguir el mismo ejemplo, ensuciando el proceso.
Por mi parte, siempre he apoyado a las mujeres, como Rector de la U de C, establecí el primer diplomado en estudios de género, la primera revista sobre género, que tiene cerca de 30 años y creamos la Asociación Colimense de Universitarias, como Gobernador establecí el primer Instituto de la Mujer en el país, hace 22 años.
El tema es de legalidad y no lo han entendido, todavía.