Colima.- Antes de la misa de las 12:00 horas, el obispo de la Diócesis de Colima, Marcelino Hernández, realizó la bendición de palmas en la Catedral colimense, dando inicio oficial a la Semana Santa para la Iglesia Católica.
Actos similares se llevaron a cabo en los templos católicos de todo el estado, con la participación de cientos de colimenses que recordaron la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el domingo anterior a su muerte.
La ciudad estaba llena de peregrinos para celebrar la pascua judía. Una gran multitud rodeó a Jesús y con ramos de olivos y palmas en las manos, lo acompañó en su entrada en la ciudad, entre cánticos y exclamaciones.
En esta celebración, las palmas o ramos son benditos y se llevan a casa como signo de la bendición de Dios, de su protección y ayuda.
Se colocan sobre un crucifijo o cuadro religioso y es un sacramental, o sea que recuerdan algo sagrado.
Celebración papal
En la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, la celebración fue presidida por el Papa Francisco, quien animó a seguir el camino de Jesús con humildad y a no renegar de Él, porque “el amor nos guiará y nos dará fuerza”.
“En el centro de esta celebración, que se presenta tan festiva, está la palabra que hemos escuchado en el himno de la Carta a los Filipenses: ‘Se humilló a sí mismo’”, dijo el Papa nada más comenzar su homilía.
Sobre esto, explicó que se trata de “la humillación de Jesús”, una palabra que “nos devela el estilo de Dios y del cristiano: la humildad”.
Y sobre este ‘estilo’ destacó que “nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde” porque “humillarse es ante todo el estilo de Dios: Dios se humilla para caminar con su pueblo, para soportar sus infidelidades”.
Por eso, “en esta semana, la Semana Santa, que nos conduce a la Pascua, seguiremos este camino de la humillación de Jesús. Y sólo así será ‘santa’ también para nosotros”.
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