Colima.- Se le conoce como “el ladrón de la vista”; es una enfermedad silenciosa, prácticamente sin síntomas hasta que ha causado daños irreversibles: es el glaucoma crónico simple de ángulo abierto, el cual afecta a cerca de 2 por ciento de la población mundial.
El glaucoma es una enfermedad de los ojos que se caracteriza generalmente por el aumento patológico de la presión intraocular o por falta de drenaje del humor acuoso que desemboca en la pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico y cambios en su aspecto; su variedad más frecuente es el glaucoma crónico simple de ángulo abierto.
“Lo más grave es que la mitad de los que paceden no sabe que tiene glaucoma, eso es lo que se sabe. ¿Por qué? Porque no se siente nada. Eso se detecta mediante una revisión del ojo”, refiere para AFmedios el oftalmólogo Jesús Moreno Díaz.
El especialista comenta que el glaucoma generalmente se caracteriza por la presión alta dentro del ojo que deteriora progresivamente el nervio óptico, y que si bien es controlable, no es curable.
Incluso, explica, pese a que hay los tratamientos actuales contra esta enfermedad la detienen en un porcentaje muy alto, se ha visto que puede seguir ocasionando daños en el campo visual.
“Con los medicamentos que tenemos actualmente se puede controlar el glaucoma. Los tratamientos que tenemos son bajar la presión intraocular y mejorar la vascularización de la cabeza del nervio óptico (…).Hay muchos factores desconocidos que favorecen la pérdida de la cabeza del nervio óptico, y todavía hay un ‘piquito’ de pacientes que siguen perdiendo la visión a pesar de los tratamientos que tenemos ahora.
Factores de riesgo
De acuerdo con Moreno Díaz, son factores de riesgo para tener glaucoma la edad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el tabaquismo, medicamentos como la cortisona y la genética.
“Si un papá tiene glaucoma, la mitad de los hijos tendrá glaucoma; y si los dos padres lo tienen, prácticamente todos los hijos lo tendrán”. El tabaquismo es otro factor. Algunos medicamentos como la cortisona”.
Pruebas de detección
Además de la presión factor, que únicamente puede detectar un especialista y cuyo aumento es una señal de alerta, a los pacientes se les hace un estudio que se llama campimetría que muestra los campos visuales del paciente; otro examen es el análisis de fibras nerviosas del nervio óptico y la tomografía óptica coherente actualmente.
“Básicamente podemos detectar un glaucoma clínicamente observando el nervio óptico, tomando la presión intraocular y detectando disminución de los campos visuales”.
Tratamiento
Si bien el glaucoma se puede controlar con medicamentos, hay ocasiones en las que se requiere algo más.
“El glaucoma es operable cuando no se controla farmacológicamente la presión. Hay una cirugía que se llama trabeculectomía, también se pueden poner válvulas. La presión normal es entre 10 y 20 milímetros de mercurio. Si tenemos un paciente con presión elevada, y con medicamentos lo llevamos de 26 milímetros a 14, ese paciente normalmente se debe controlar. Le damos un seguimiento campimétrico cada año, y si no evolucionan sus campos visuales, está controlado. Si a pesar del tratamiento sigue perdiendo visión, se puede ofrecer una cirugía”.
Otros glaucomas
El de ángulo cerrado es otro tipo de glaucoma, se caracteriza porque durante este el iris está insertado más anteriormente, y eso hace que se cierre el ángulo de filtración del ojo.
“Ese glaucoma es agudo, sí tiene molestas muy importantes, pero también se puede prevenir. Si exploramos a los pacientes y vemos que tienen predisposición de padecer glaucoma de ángulo cerrado, actualmente hay un tratamiento que se llama iridotomía: con un láser hacemos una perforación en el iris, y eso hace que los líquidos se comuniquen del segmento posterior del ojo al segmento anterior”.
Si bien es relativamente sencilla la resolución de este problema, si se presenta una crisis de glaucoma hipertensiva, es decir, un súbito aumento de presión en un ojo por glaucoma de ángulo cerrado, y este no se resuelve en las primeras 24 o 48 horas, el paciente pierde su visión.
Hay otros tipos de glaucomas, conocidos como secundarios, y que de acuerdo con Moreno Díaz se originan por una cirugía, por un golpe o son congénitos.
Sin embargo, alerta de que el más común es el crónico simple de ángulo abierto, el cual es asintomático.
Por eso subraya la importancia de acudir con un especialista para detectar indicios de este ladrón de la vista.
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