El máximo órgano internacional de seguridad adoptó una resolución que prohíbe a Enjae y otros cuatro golpistas salir del país africano y que pide a la Junta Militar dar «pasos inmediatos para restaurar y respetar el orden constitucional, incluido el proceso electoral, garantizando el regreso a los cuarteles de todos los soldados».
El Consejo de Seguridad aprobó así crear un comité de sanciones para vigilar el cumplimiento de la resolución y estudiar posibles nuevas sanciones, al tiempo que amenazó con endurecer las sanciones ampliándolas a un embargo de armas y la congelación de bienes si los militares no abandonan el poder.
«Antonio Enjae estuvo involucrado en la planificación operativa del golpe de Estado del 12 de abril», asegura el anexo a la resolución que detalla los nombres de los sancionados y que añade que Enjae había hecho declaraciones antes de la asonada «amenazando con derrocar a las autoridades e interrumpir el proceso electoral».
Además del teniente general, el Consejo de Seguridad incluyó en su lista de sancionados a los generales Mamadu Ture, Estevao Na Mena y Ibraima Camará, a quienes acusa de ser miembros del comando militar que asumió la responsabilidad del golpe, y también al coronel Daba Naualna, portavoz de la junta.
El voto unánime del Consejo se logró, según dijeron fuentes diplomáticas, «tras arduas negociaciones» entre Portugal y los miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que ya tiene desplegados 75 soldados en Guinea Bissau para tratar de estabilizar la situación que se vive tras el golpe.
«La aprobación unánime de esta resolución, el Consejo de Seguridad envía un mensaje muy enérgico no sólo a los rebeldes en Guinea Bissau, sino a toda la región: no se aceptará ningún golpe de Estado que aplaste el orden constitucional y derroque a líderes elegidos democráticamente», dijo tras la adopción el embajador portugués ante la ONU, José Felipe Moraes Cabral.
La resolución pide también a todas las organizaciones regionales africanas que sigan de cerca la evolución de la situación y apremia a los países de la CEDEAO que continúen con sus «esfuerzos de mediación» en coordinación con Naciones Unidas, la Unión Africana y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
«Necesitamos un esfuerzo conjunto para superar la crisis actual en Guinea Bissau. Cada una de las organizaciones no puede ayudar a los guineanos por sí sola», explicó el embajador Cabral, quien apostó por que la comunidad internacional presente «una estrategia común» para lograr el abandono del poder por parte de los golpistas.
El golpe de Estado en Guinea Bissau se produjo el pasado 12 mientras el país -uno de los más pobres del mundo- se encontraba en pleno proceso para celebrar la segunda ronda de sus comicios presidenciales, fijada para el pasado 29 de abril.
Con información de EFE