A fin de aplicar técnicas de construcción ecológicas, para mitigar los impactos y mejorar las condiciones ecológicas mediante el uso de la ecotecnología, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), apoyará con la construcción de 10 letrinas secas en el ejido de Nogueras, Comala.
Francisco Javier García Guerrero, Subgerente Operativo de la CONAFOR Colima, informó que ello se logró con la inversión de 152 mil 406 pesos, por parte del Programa de Transferencia y Adopción de Tecnología de ProÁrbol.
“El trabajo fue hecho por los ejidatarios de Nogueras, ya que fueron ellos mismos quienes construyeron las letrinas secas”, destacó.
Refrió que con la construcción de estas letrinas secas, se generan diversos beneficios sociales, como el empleo temporal y una mejor organización comunitaria.
Cabe indicar que los impactos ambientales se reflejan en ahorro de agua potable, aprovechamiento de los recursos constructivos que existen en la propia localidad, generación de composta, así como evitar la contaminación del suelo, los mantos freáticos.
Además, resaltó la participación de los asesores técnicos del ejido, encargos de materializar y de darle seguimiento a este proyecto, ya que gracias a ellos, las comunidades pueden desarrollar sus objetivos para mejorar su calidad de vida.
García Guerrero señaló que con este tipo de proyectos, la Subgerencia Estatal Colima de la Conafor, refrenda su compromiso de apoyar el desarrollo comunitario en áreas forestales, como es la zona cafetalera de Comala, donde se presenta una vegetación de selva mediana, con cultivos bajo sombra.
Cabe indicar que las letrinas secas funcionan sin agua, se usa arena con cal para tapar los residuos sólidos para que éstos a la vez entren en un proceso de deshidratación y de composta.
Los residuos líquidos no se mezclan con los sólidos, si no que se separan para evitar que la humedad no altere el proceso de deshidratación y a la vez, también sean utilizados como fertilizantes.
Cada letrina seca cuenta con dos sanitarios, así como con dos cámaras de separación de sólidos. El uso de los sanitarios se alterna cada seis meses, con el objetivo de que se complete el proceso de deshidratación de sólidos.